CARACAS, 1 octubre 2002 (ZENIT.org).- El presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), monseñor Baltazar Porras, informará a las autoridades del Vaticano sobre las recientes agresiones a representantes de la Iglesia, como parte de su agenda de trabajo en la Santa Sede.
«El Vaticano está enterado de la situación del país, pero allí se discutirán los más recientes acontecimientos», declaró este domingo desde la sede de la CEV antes de viajar a Roma (Italia), según informa este lunes la prensa del país.
Para el alto prelado el clima de intransigencia nacional está llegando a grados extremos: «no hay respeto a las personas e instituciones, se está perdiendo la tolerancia».
Estos ataques han tenido uno de sus momentos más dramáticos con el intento de asesinato del sacerdote Juan Manuel Fernández, el 18 de septiembre, herido de bala junto al acólito con el que viajaba en su coche. El prelado denunció que no se esté investigando el suceso.
El miércoles pasados grupos que apoyan al presidente Hugo Chávez agredieron verbalmente a monseñor Baltazar Porras dentro del Consejo Legislativo del Estado Mérida (CLEM), ciudad de la que es arzobispo.
En su comparecencia ante la prensa, el obispo afirmó: «Las muertes en el Sur del Lago, las agresiones al presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Ivan Rincón Urdaneta, Salas Rmer y a mi persona, son evidencias del lenguaje de la violencia, de la irracionalidad, fanatismo e intolerancia».
Monseñor Baltazar Porras anunció que el 17 y 18 de octubre en la asamblea nacional de la CEV se debatirá el tema.
«Las personas sienten desasosiego por la situación general del país donde crece la violencia, pobreza, hambre, miedo, intimidación y desasosiego por la ausencia de la ley y de la institucionalidad, lo cual propicia el florecimiento de la anarquía», opinó.
«Ante el clima de incertidumbre y conflictividad –subrayó–, irrespeto social hacia personas e instituciones, vamos por un camino que no ayuda a la convivencia de todos los venezolanos para lograr un mayor bienestar».
Apelando a la memoria, Baltazar Porras afirmó que por vez primera en la era democrática la Iglesia ha sido blanco de ataques.
«Durante la época de la guerrilla sólo fueron intercambios de palabras, pero jamás se llegó a arremeter», recordó.