CIUDAD DEL VATICANO, 24 octubre 2002 (ZENIT.org).- La Santa Sede ha dado un impulso decisivo en la lucha contra el sida en Uganda, materializado entre otras cosas en un donativo de 500 mil euros (cifra casi equivalente en dólares).
La noticia ha sido hecha pública este jueves en un comunicado del Consejo Pontificio «Cor Unum», organismo vaticano encargado de promover y coordinar la obra de caridad de la Iglesia en el mundo, en vísperas de un viaje al país africano de su presidente, el arzobispo Paul Josef Cordes.
El donativo, que fue destinado a petición de Juan Pablo II en febrero del año 2001 y está sirviendo para apoyar la labor de organizaciones no gubernamentales católicas ugandesas y de las Misioneras de la Caridad, congregación religiosa fundada por la Madre Teresa de Calcuta.
En su visita a Uganda, que comenzará este viernes, monseñor Cordes tendrá por principal objetivo constatar la situación que atraviesa la infancia.
«En Uganda, el 50% de los niños ha perdido al menos a un padre a causa del sida. La mayoría de ellos corre el riesgo de acabar en la calle, ofreciendo mano de obra a la criminalidad», constata el comunicado de prensa.
Para afrontar la difícil situación de Uganda, el Consejo Pontificio «Cor Unum», según informa el comunicado de prensa, se ha planteado cinco prioridades:
–dar una familia a los huérfanos;
–educación a través de la construcción y apoyo a las escuelas;
–educación sanitaria para la prevención del sida;
–formación profesional, especialmente para aquellos muchachos que provienen de la cárcel de menores de edad;
–fundación de una casa para niños enfermos terminales de sida dirigida por las Misioneras de la Madre Teresa de Calcuta.
«Este proyecto se enmarca en el programa de lucha contra el sida afrontado a nivel nacional en el respeto de los parámetros del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional», sigue explicando.
«Uganda –informa «Cor Unum»– se ha convertido en el país laboratorio en la lucha contra el sida: es una de las pocas naciones donde el índice de infección del virus VIH ha registrado una disminución, del 9,51 al 8,30%».
«Ahora bien –explica la Santa Sede–, estos resultados no deben ser un punto de llegada, sino el inicio para un nuevo interés y nuevo proyectos».
En Uganda, el 25 de octubre, monseñor Cordes visitará en Kampala el Cowa, centro de formación profesional para muchachos que han salido de la cárcel de menores.
Al día siguiente el arzobispo alemán será recibido por las Misioneras de la Madre Teresa para inaugurar una casa que acogerá a 60 niños enfermos terminales de sida.
Después, visitará el orfanato «Nsambya Babies Home» y la escuela profesional para huérfanas a causa del sida dirigida por el Cowa.
El domingo 27 de octubre, el prelado participará en la fiesta diocesana de Kampala.
El 28 de octubre, visitará Gulu, al norte de Uganda, donde la Iglesia está comprometida para restablecer la paz, después de quince años de guerra que ensangrientan esta región en la frontera con Ruanda.
El 29 de octubre, se reunirá con la Conferencia Episcopal de Uganda y con la Cáritas de Uganda.
El 30 de octubre, visitará el santuario de Namugongo, que surge en el lugar del asesinato de los santos mártires ugandeses.
El domingo pasado, Juan Pablo II beatificó a dos adolescentes ugandeses Daudi Okelo y Jildo Irwa que fueron asesinados en el desempeño de su labor de catequistas el 18 de octubre de 1918.