CIUDAD DEL VATICANO, 4 julio 2003 (ZENIT.org).- Los niños que viven en los orfanatos de Irak son ahora víctimas de las rapiñas de traficantes de droga y de las bandas criminales, denuncia el arzobispo latino de Bagdad, monseñor Jean Sleiman en declaraciones publicadas por «L’Osservatore Romano».
«En la capital iraquí había muchos orfanatos, de éstos al menos doce ahora están totalmente vacíos. Ya no hay niños», revela en la edición diaria en italiano vaticano de este viernes.
Los mismos niños que tienen familia viven atemorizados, reconoce. «Ante las escuelas, los padres acompañan personalmente a los niños y bajan del coche armados con kalashnikov. Todos tienen miedo de los secuestros».
Por su parte, monseñor Shlemon Warduni, obispo auxiliar del patriarcado caldeo de Bagdad, pide que se restablezcan cuanto antes suficientes condiciones de seguridad para responder «rápidamente» a la formación de un gobierno provisional.
«Ante todo hace falta seguridad –explica monseñor Warduni–. Es la mayor preocupación de la Iglesia en Irak. Sin seguridad no se puede estudiar ni trabajar. Después faltan medicinas, electricidad. La situación en los hospitales es precaria: algunos han sido saqueados y quemados».