JERUSALÉN, 13 julio 2003 (ZENIT.org).- La Santa Sede ha dado gracias al gobierno de Israel por haber detenido hace dos semanas la construcción de una mezquita impulsada por un movimiento islámico local israelí al lado de la basílica de la Anunciación de Nazaret.
El agradecimiento fue expresado por el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado vaticano, en el encuentro que mantuvo el jueves pasado en Roma con el ministro de Asuntos Exteriores de Israel Silvan Shalom, según ha revelado el Jerusalen Post.
En la declaración oficial vaticana, en la que se informó sobre los contenidos del encuentro, no se hizo mención del tema.
Las comunidades cristianas de diferentes confesiones de todo el mundo, la Santa Sede, así como importantes líderes musulmanes y árabes –entre ellos, Yasser Arafat–, se habían opuesto a la construcción de esa mezquita, cuya primera piedra fue colocada en un terreno público el 23 de noviembre de 1999.
Según fuentes franciscanas de Tierra Santa, la mezquita no respondía a las necesidades espirituales de la comunidad islámica, que ya cuenta con lugares de culto en la zona, sino a las reivindicaciones de fundamentalistas islámicos que en años anteriores habían protagonizado actos de violencia contra los cristianos.
El 4 de abril de 1999, mientras los católicos celebraban la Pascua y los ortodoxos el Domingo de Ramos, en la Basílica de la Anunciación en Nazaret, miembros de este grupo atacaron a cristianos, que resultaron heridos. Otros atropellos, como la destrucción de tiendas, se habían registrado en 1998.