Conocido defensor de los derechos humanos, el arzobispo Scandian también es célebre por su lucha contra crimen organizado en Vitoria, una de las ciudades con mayor índice de criminalidad de Brasil.
El atacante había fijado con antelación el encuentro con el prelado el día en que habitualmente recibe a los fieles de la comunidad local. Fue durante la cita cuando le agredió.
Roberto Santana, un desempleado de 50 años, esperó a la llegada de la policía y se dejó arrestar sin oponer resistencia. Las autoridades investigan los motivos de la agresión.