Congrega a cerca unas 250 personas entre obispos, vicarios generales y episcopales, rectores de Seminarios, superiores de religiosos, representantes de laicos y otras personas señaladas por la Conferencia Episcopal.
Entre los temas que afronta en esta fase el Concilio, se está prestando particular atención a la reflexión sobre «la catequesis como tarea prioritaria de la Iglesia, la celebración de la fe en Venezuela, la familia: presente y futuro, los ministerios ordenados y la vida consagrada», según revela un comunicado emitido por la organización del Concilio http://www.cev.org.ve/concilio/.
En la sesión del sábado, presidida por el nuncio apostólico de Juan Pablo II, el arzobispo André Dupuy, monseñor Ovidio Pérez Morales, presidente del Concilio Plenario de Venezuela, reveló el interés con que la Santa Sede está siguiendo los trabajos de la asamblea, como pudieron constatar los obispos del país durante su reciente visita «ad limina» a Roma.
El Concilio ya ha vivido dos sesiones: la primera en noviembre de 2000 y la segunda en julio de 2001. Los resultados de la sesiones, plasmados en los documentos conciliares, deberían renovar la vida y misión de la Iglesia, algo que se ha reiterado en todo el proceso conciliar.
Tras los trabajos de esta semana, el próximo sábado, 3 de agosto, los obispos –únicos con voto decisorio en el Concilio–, decidirán si hay documentos listos para aprobar en esta sesión, lo cual según señaló monseñor Pérez Morales, es «muy probable».
Una vez que la Santa Sede apruebe los documentos y decretos del Concilio Plenario de Venezuela, la reunión de más alto nivel de la Iglesia, se promulgarán en su versión final, siendo obligatorios para toda sus miembros (el Concilio no tiene sólo carácter consultivo, sino sobre todo deliberativo).
