CIUDAD DEL VATICANO, 24 septiembre 2003 (ZENIT.org).- Juan Pablo II confesó su públicamente su pesar por no haber podido participar este miércoles en la audiencia general a causa de problemas intestinales.
Los peregrinos que acudieron a la tradicional cita con el Papa en la sala de audiencias del Vaticano se sintieron algo aliviados escuchar el breve mensaje televisivo que les dirigió al final del encuentro.
«Siento no poder estar con vosotros en este tradicional encuentro semanal. Os llevo a todos en mi corazón y os bendigo con afecto», dijo con voz segura aunque con un rostro que reflejaba cansancio.
El Papa siguió el encuentro con los peregrinos, en el que fue sustituido por el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, por televisión desde capilla de la residencia pontificia de Castel Gandolfo (a unos 30 kilómetros de Roma).
La noticia de los problemas de salud de Juan Pablo II corrió por las redacciones de los periódicos en la noche de este martes, al ser anunciada por la agencia italiana ANSA. En la mañana del miércoles, fue confirmada por un comunicado publicado por Joaquín Navarro-Valls, portavoz de la Santa Sede.
«El Santo Padre, a consecuencia de una indisposición intestinal que se produjo en la tarde de ayer [martes] y, siguiendo el consejo de su médico personal, no estará presente en la audiencia general de hoy en el Aula Pablo VI», anunciaba el director de la Oficina de Información vaticana.
El cardenal Sodano antes de leer la intervención que había preparado el Papa, dedicada a comentar el Salmo 8 («Qué es el hombre para que te acuerdes de él»), dirigió a los peregrinos presentes un saludo.
«Con motivo de una indisposición, el Santo Padre no podrá estar presente en esta audiencia general –anunció–. Rezaremos juntos por él, confiando en que se recupere cuanto antes. Su Santidad desea hacer saber que nos sigue mediante la televisión, y que al final de este encuentro nos dirigirá unas palabras».
Juan Pablo II, según estaba previsto, debería regresar este viernes al Vaticano, acabado el verano boreal, como en años anteriores, y el sábado debería presidir una misa en la Basílica de San Pedro del Vaticano en sufragio por los Papas Pablo VI y Juan Pablo I, según ha confirmado Navarro-Valls.