MÜNSTER, viernes, 19 noviembre 2004 (ZENIT.org).- Clemens August von Galen (1878-1946), más conocido como el «León de Münster» por la manera en que alzó su voz contra Hitler, será beatificado por Juan Pablo II, después de que la Santa Sede haya aprobado un milagro atribuido a su intercesión.

La diócesis de Münster ha confirmado la noticia en un comunicado, en el que afirma que la Congregación para las Causas de los Santos, reunida en asamblea plenaria el 16 de noviembre, se ha pronunciado afirmativamente sobre el proceso de reconocimiento del milagro.

Se confirma así el resultado de una comisión teológica y otra científica que antes de verano habían dado su parecer positivo. La Congregación hará públicas sus conclusiones en una audiencia pública en presencia de Juan Pablo II.

«Este anuncio debería tener lugar días antes de la fiesta de Navidad», afirma el comunicado. Al Papa le corresponderá después firmar el decreto y decidir la fecha de la ceremonia de beatificación.

El milagro sobre el que la Congregación para las Causas de los Santos se ha expresado por es el caso de un joven estudiante de la India, Henrikus Nahak, que en 1995 quedó completamente curado, desde el punto de vista médico, después de haber recurrido a la intercesión del siervo de Dios.

Clemens August von Galen, siendo obispo de Münster, durante el período nazi alzó su voz en defensa de los derechos de los pobres, de los enfermos, protestando con fuerza contra la eutanasia, contra el secuestro de monasterios y conventos, y contra la persecución de judíos o la expulsión de religiosos.

En una homilía del 3 de agosto de 1941, «narró con detalle cómo eran asesinados los enfermos, en casas especialmente preparadas con este objetivo, y cómo se les comunicaba noticias falsas a los familiares sobre la manera en que habían fallecido sus seres queridos», ha revelado a Zenit el historiador de la Universidad Pontificia Gregoriana, Giovanni Sale, S.J.

«La homilía causó un profundo impacto entre la población civil y entre los soldados alemanes, que combatían en el frente. Los jefes nazis, ante la denuncia del obispo, reaccionaron con violencia: algunos pidieron que von Galen fuera ajusticiado, acusado de alta traición», añade Sale.

Sin embargo, Hitler para no crear sublevaciones entre la población civil y entre los numerosos soldados católicos emanó el 3 de agosto de 1941 una orden para «bloquear oficialmente la ejecución del programa de eutanasia».

«En los años sucesivos --sigue diciendo el historiador--, a pesar de la orden de Hitler, se siguió practicando la eutanasia en algunas situaciones particulares; pero el programa en gran escala ya no se reanudó».

La intrépida acción del «León de Münster» fue motivo de consuelo para el Papa Pío XII, que leía sus homilías, y quien lo comunicó a obispos alemanes en 1941, como se ha podido saber gracias a las investigaciones del proceso de beatificación.

Pío XII lo consideraba un «héroe», según dijo explícitamente al recibir a algunos sacerdotes de Westfalia en diciembre de 1945. En la Nochebuena de 1945, «Radio Vaticano» anunció que monseñor Von Galen sería creado cardenal en el consistorio del 18 de febrero de 1946, junto a otros 35 cardenales.