CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 21 marzo 2005 (ZENIT.org).- La Congregación para las Iglesias Orientales ha lanzado un llamamiento a todos los católicos del mundo para que ayuden concretamente a los cristianos en Tierra Santa.
El prefecto de la institución vaticana, el cardenal Ignace Moussa I Daoud, ha recordado este lunes que los Papas «han establecido que en el Viernes Santo, mientras toda la Iglesia contempla el rostro de Cristo que sufre, no faltara el recuerdo de la oración y una «colecta de caridad» para apoyar a las «piedras vivas» que en los lugares santos continúan celebrando y viviendo la fe cristiana».
«Todos los años –explicó en declaraciones a «Radio Vaticano»–, dirijo al inicio de Cuaresma una carta a todos los obispos de la Iglesia católica y a los nuncios apostólicos de todo el mundo para que, con generosidad espiritual y material, se acerquen a sus hermanos católicos y a los que pertenecen a otras Iglesias y comunidades cristianas [de Tierra Santa, ndr.], que sufren seriamente por su fidelidad a Cristo y a la Iglesia, y sienten la tentación de abandonar su tierra natal a causa de la falta de paz».
En su mensaje escrito en el año 2005, Su Beatitud Ignace Moussa I Daoud recuerda la visita que después de Pascua del año pasado realizó a Tierra Santa y aclara que esta región «tiene que experimentar que el Papa está siempre cerca y abarca a toda la Iglesia en este abrazo de solidaridad».
El cardenal lanza asimismo un llamamiento «para que cristianos, judíos y musulmanes, en el recíproco respeto, demuestren al mundo entero que la fe en el único Dios no sólo es posible, sino que trae paz y prosperidad».