CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 8 julio 2005 (ZENIT.org).- El cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, ha manifestado en una carta el dolor de Benedicto XVI por «el atroz asesinato» del embajador de Egipto en Irak, Ihab el-Sherif.
«El Santo Padre, informado del cruel delito, desea expresar al señor Hosni Mubarak, presidente de la República Árabe de Egipto, a su gobierno, y a todo el noble pueblo egipcio, amante de la paz, su profundo dolor y sus oraciones, y pide que estos sentimientos sean también transmitidos a los familiares del embajador el-Sherif», afirma la misiva.
En la carta, enviada a la señora Nevine Simaika Halim Abdalla, embajadora de El Cairo ante la Santa Sede, el cardenal Sodano reconoce que este «atroz asesinato» «llena de dolor a la Santa Sede, y sin duda a toda persona humana de rectos sentimientos».
Ihab al Sherif, de 51 años, primer embajador de un país árabe destacado en Bagdad desde la caída del régimen de Sadam Husein, fue secuestrado por hombres armados en Bagdad el pasado sábado cuando, según la versión oficial egipcia, se dirigía a comprar la prensa del día.
La Organización de Al Qaeda en Mesopotamia publicó el miércoles fotografías de la documentación del diplomático egipcio y aseguró que su tribunal de la «sharia» (Ley Islámica) le había sentenciado por apostasía.
«Desde siempre, en la historia de la humanidad, la persona del embajador es considerada sacra, en cuanto representante oficial de su pueblo y, en virtud de su oficio, comprometido siempre en una misión de paz, de armonía y de fraternidad entre los pueblos», recuerda el cardenal Sodano.
«Este bárbaro asesinato tiene lugar en un contexto mundial de persistente terrorismo, contrario a todo sentimiento de humanidad y de religión. Pero no podrá disminuir nunca el compromiso de la comunidad internacional contra la violencia y el esfuerzo común en la búsqueda y eliminación de sus causas políticas, sociales, culturales», concluye.