GRANADA, domingo, 17 julio 2005 (ZENIT.org).- ¿Quiénes son los señores de la guerra? ¿Cuál es el nuevo rostro de la guerra? Responde en esta entrevista concedida a Zenit el politólogo Javier Jordán, de la Universidad de Granada (España).
Javier Jordán es coautor del libro «El nuevo rostro de la guerra» de la editorial Eunsa, junto a José Luis Calvo.
Profesor de Ciencia Política en la Universidad de Granada, Jordán ha trabajado en el sector académico de la OTAN así como en el Ejército español, en el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional y en el Instituto de Altos Estudios de la Seguridad Interior francés.
Es también autor de «Profetas del Miedo. Aproximación al terrorismo islamista» (Ed. Eunsa, 2004).
–¿Los nuevos escenarios de la guerra son los trenes, los metros, los lugares públicos de cualquier punto del planeta?
–Jordán: Los terroristas que actúan inspirados por la yihad global consideran que están librando una guerra defensiva contra Occidente y pretenden convertir nuestras sociedades en un campo de batalla.
Sus atentados en territorio occidental suelen buscar dos objetivos. Por una parte aterrorizar a la población mediante acciones indiscriminadas y, en los casos de Madrid y Londres, contra sistemas de transporte público que utilizan millones de personas todos los días. De esa manera transmiten la idea de que cualquiera puede ser víctima de un atentado de esas características.
Por otra parte pretenden dañar gravemente a la economía. Esto es más difícil de conseguir ya que los potenciales objetivos estratégicos (centrales nucleares, refinerías, gaseoductos) se encuentran mucho más protegidos.
–Usted ha estudiado en prospectiva la actualidad y el futuro de las guerras: más que ejércitos y armas nucleares, el terror está ahí, al lado de casa. ¿Somos más vulnerables que nunca?
–Jordán: Esa es la impresión que los terroristas tratan de transmitir. Sin embargo la realidad es muy distinta. Las posibilidades de ser víctima de un atentado terrorista son mucho menores a las de tener un accidente de carretera o contraer una enfermedad grave. Pero esa es la esencia del terrorismo: matar a unos pocos para aterrorizar a millones y condicionar su comportamiento político y social.
–¿Quienes son los señores de la guerra y los nuevos mercenarios?
–Jordán: Son dos actores armados tan antiguos como la civilización, pero que están resurgiendo en aquellas zonas del planeta donde se deteriora el poder del Estado.
Un señor de la guerra es un jefe militar y, a la vez, un jefe político y social. Por ejemplo, los señores feudales de la Edad Media tenían muchos rasgos que coinciden con los actuales señores de la guerra de determinadas regiones de Asia Central y África Subsahariana.
Los mercenarios son también una figura muy antigua en la historia de la guerra. En la actualidad han adoptado una nueva apariencia a través de las empresas militares privadas, que no siempre prestan servicios de combate directo a los gobiernos que las contratan. Son un actor habitual en muchos conflictos de África Subsahariana pero también están presentes por ejemplo en Irak. Los medios de comunicación suelen referirse a ellos como «contratistas».
–¿Cual puede ser la «respuesta global» al terrorismo que se exige desde tantos frentes?
–Jordán: Por una parte es preciso desactivar los conflictos enquistados que son una fuente de radicalismo y que alimentan la propaganda terrorista. También conviene favorecer el entendimiento entre diferentes culturas y formas de ver la vida.
Sin embargo, siempre habrá radicales que intenten imponer sus puntos de vista a través de la violencia. Esto ha sido una constante en la historia de la humanidad. Por tanto, junto a las medidas «suaves», también son precisas la cooperación internacional y la acción de los Estados en materia de inteligencia y policial con el fin de desarticular las redes terroristas.