Frutos de la visita «ad limna» de los obispos mexicanos

Recogidos en un documento por la Conferencia del Episcopado Mexicano

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MÉXICO, viernes, 7 octubre 2005 (ZENIT.orgEl Observador).- Al concluir la visita «ad limina apostolorum» de los obispos mexicanos al Papa Benedicto XVI, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) ha emitido una serie de conclusiones que se desprenden de los encuentros que sostuvieron 115 prelados con el Sumo Pontífice, durante el mes de septiembre en Castel Gandolfo.

«La Iglesia en México se ha sentido durante el pasado mes de septiembre particularmente escuchada e impulsada por el papa Benedicto XVI», dice el comunicado de la CEM, firmado por el secretario general de la Conferencia, el obispo de Texcoco Carlos Aguiar Retes.

Durante ese mes, el Papa Benedicto XVI, dirigió a México cuatro mensajes donde expuso los retos que el país enfrenta para lograr una sociedad más justa y solidaria. Exhortó a los católicos a descubrir su compromiso de fe y colaborar para transformar las estructuras sociales a fin de que sean más acordes con la dignidad de la persona y sus derechos fundamentales.

«Nos impulsó a todos no sólo a aliviar las necesidades más graves que atravesamos, sino de ir a sus raíces, proponiendo medidas que den a las estructuras sociales, políticas y económicas una configuración más ecuánime y solidaria», señaló el comunicado de la CEM.

«Ante el deterioro de las sanas formas de convivencia, la gestión de la cosa pública, así como de la presencia de corrupción, narcotráfico, violencia, desprecio de la vida y el ilimitado afán de riqueza y de poder; el Papa propuso promover el sentido de Dios y los principios morales para reflejar la riqueza trascendental del cristianismo como acontecimiento que da un verdadero sentido a la vida y una capacidad de diálogo, escucha y colaboración con todos», apuntó monseñor Aguiar Retes, a nombre de los obispos de México..

«A los obispos –recalcó el comunicado de la CEM– nos impulsó a valorar las realidades temporales para iluminarlas desde la fe y a hacer un sereno discernimiento sobre las diversas circunstancias, las iniciativas o la pasividad que lamentablemente en ocasiones afecta al pueblo de Dios; a no descuidar los graves problemas y las aspiraciones más profundas de la sociedad, antes bien comprometernos a compartir y trabajar con entusiasmo para responder a los grandes interrogantes del mundo de hoy».

Durante el mes de septiembre también se produjo la entrega de cartas credenciales del nuevo embajador de México ante la Santa Sede, Luis Felipe Bravo Mena. El Papa Benedicto XVI dirigió un quinto mensaje a México en esa ocasión, en el que instó a los mexicanos a ser coherentes con la fe que el pueblo profesa en su mayoría: la fe católica.

El documento de la CEM concluye señalando que tras los encuentros con el Papa, «los obispos nos sentimos plenamente animados para continuar con mayor entusiasmo nuestro aporte a la edificación de una sociedad más justa y más humana. Invitamos a todos los gestores de la vida pública, y al pueblo de Dios en general, a tomar conciencia del magnífico reto que nos ha delineado nuestro gran Pastor».

[Puede leerse el comunicado sobre la conclusiones de la «visita ad limina apostolorum» de los obispos mexicanos al Papa en http://www.cem.org.mx/]

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ZENIT Staff

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