Cáritas fue una de las primeras en socorrer a las víctimas del seísmo que causó decenas de miles de muertos y dejó cuatro millones de personas sin hogar en Pakistán.

Pocas horas después del terremoto, un equipo de Cáritas llegó a la ciudad más afectada, Muzzaffarabad, capital de la zona paquistaní de Cachemira, y comenzó a ofrecer su contribución en el hospital local de Mensera, donde centenares de pacientes eran colocados al exterior, por medidas de seguridad.

«El acceso a la región es difícil, pues el área del epicentro es sumamente montañosa, con estrechas carreteras que en ocasiones están bloqueadas por avalanchas» informa el representante de Catholic Relief Services (CRS), la Cáritas estadounidense, en Pakistán, Jack Norman.

«Las áreas de la zona paquistaní de Cachemira han sido duramente golpeadas y, dada la nuestra experiencia en la respuesta a las tormentas de invierno y a las inundaciones en la región, prevemos dificultades significativas para distribuir las ayudas en esta zona», añade Norman.

En los próximos días partirá a la zona siniestrada un equipo técnico de respuesta rápida a emergencias (ERST) de Cáritas. Con objeto de identificar en el terreno las áreas prioritarias de intervención de dicho equipo, se ha desplazado a la zona el responsable de Emergencias de Cáritas Internacional, Karl Amman.

Tanto Cáritas India como Cáritas Pakistán han desplazado en las áreas más castigadas por el seísmo diversos equipos de socorro a los damnificados, que están trabajando en coordinación con los comités gubernamentales de protección civil.

Las prioridades se centran ahora mismo en el rescate de posibles supervivientes entre las ruinas de los edificios derrumbados, así como facilitar a la población afectada productos de primera necesidad.

Cáritas India, en un informe remitido este lunes sobre su dispositivo de emergencia para responder a esta emergencia, indica que sus áreas de intervención prioritaria son la asistencia sanitaria a los heridos, el reparto de alimentos a unas 1.500 familias y la distribución de mantas, ropa de abrigo y enseres básicos.

Los equipos de Cáritas India han instalado su campo base de operaciones en el colegio diocesano de San José en Baramulha, donde la Iglesia católica regenta también un hospital, cuya infraestructura ha sido puesta totalmente a disposición de esta catástrofe.