LÉRIDA, 23 de octubre de 2005 (ZENIT.org).- Los ganadores de los premios poéticos en honor a la Virgen de la Real y Pontificia Academia Mariana de Lérida del 2005 han sido poetas catalanes, castellanos y rumanos ya que por primera vez se podía concursar en esta lengua europea.
Estos galardones son «los únicos Juegos Florales del mundo en honor de Santa María, Madre de Dios», ha explicado a Zenit el director de la Academia Mariana de Lleida, Salvador Gené.
Los premios fueron entregados por el embajador de Rumanía en España, Stelian Oancea, que es también miembro de la Asociación de los Escritores de Bucarest, en un acto en la ciudad catalana de Lérida que contó con la presencia de autoridades civiles y eclesiásticas católicas y ortodoxas.
Los ganadores de este certamen mariano en rumano han sido Maria Timisan, Banea Horea y Daniela Bulai; en catalán la «Flor Natural» (el mayor galardón) ha sido para Maria Carmen Mor.
La mejor poesía a la Virgen de la Unidad recayó en Manuel Pal, de la Seu d’Urgell.
En castellano se ha adjudicado el premio a la mejor poesía de tema mariano libre Lázaro Domínguez, de El Ferrol.
El embajador Lancea afirmó que «frente al fanatismo, la única respuesta es la cooperación entre los pueblos» y señaló que el cristianismo «une» España y Rumania.
El obispo de Lérida, monseñor Francesc Ciuraneta i Aymí, presidió una celebración eucarística en la que estuvo acompañado del obispo Petru Gherghel, de Iasi, Rumanía. También asistió a la celebración monseñor Joseph Pop, arzobispo y metropolita de la Iglesia Ortodoxa de Rumania para la Europa Occidental y Meridional, residente en París.
Sólo en la zona de Lérida hay casi 20.000 rumanos, algunos de ellos católicos de rito oriental y otros ortodoxos. Una imagen de la «Mare de Déu» (Virgen) de la Unidad se venera en la parroquia del Carmen de la ciudad y es motivo de encuentro entre ambas confesiones cristianas.
La imagen es un icono con fondo de pan de oro en el que se ve la virgen, de pie, con el niño Jesús en brazos. Tiene rosas de colores a los pies y lleva un manto rojo con borde de oro, un rosario en la mano y una corona. El icono está rodeado por cuatro ángeles, uno a cada esquinal.
La soprano Mariana Colpos, de la Ópera Nacional de Bucarest, así como el barítono Dan Iodachescu y el pianista Tudor Scripcaru amenizaron la fiesta con un recital el pasado 2 de octubre en la ciudad catalana de Lérida. Más de trescientas personas no pudieron entrar al auditorio Enric Granados donde se celebró la fiesta ya que el aforo está limitado a un millar.
