CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 26 octubre 2005 (ZENIT.org).- Para el diario de la Santa Sede, la aprobación de la Constitución iraquí «parece ser un buen auspicio» para el proceso de pacificación y de democracia real, un juicio que comparte el representante papal en ese país.
«L’Osservatore Romano» abrió su edición italiana del 26 de octubre con un breve editorial en el que considera el resultado del referéndum como «un paso adelante en difícil y cansado proceso político de Irak».
Los resultados del referendo constitucional, anunciados el martes tras una auditoría debido a denuncias de fraude, indicaron que los suníes, opositores al proyecto de documento, no lograron la mayoría de dos tercios de votos por el «no» en por lo menos tres de las 18 provincias del país.
Para el diario vaticano se trata de «un acontecimiento destacado, un día después del enésimo «día de sangre» en Bagdad, ciudad golpeada por la estrategia del terror».
«Ante esta estrategia, que no experimenta tregua, se impone cada vez más la urgencia de adecuadas soluciones políticas, que deben ser acordadas de manera concordada en el ámbito interno y en el contexto internacional, capaces de asegurar al país la suficiente serenidad y estabilidad», añade.
«En este sentido, parece ser un buen auspicio la aprobación de la nueva Constitución, premisa para ulteriores progresos en el camino hacia una democracia real», concluye el editorial.
Por su parte, el arzobispo Fernando Filoni, nuncio apostólico en Bagdad, ha calificado la aprobación de la Constitución como «un camino positivo hacia la normalización del país».
En declaraciones a la agencia AsiaNews, el prelado ha subrayado sobre todo la gran participación en el referéndum, «signo de la voluntad de la gente por la reconstrucción y por volver a empezar».
El nuncio, que este miércoles se encontraba en Amán (Jordania), reconoce que «la constitución tiene contradicciones evidentes».
«Por una parte quieren presentarla como modelo para Oriente Medio; por otra cae en algunos elementos tradicionalistas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la sociedad iraquí está en plena transformación y que el proceso debe continuar».
El texto de la Constitución «deja la puerta abierta a las enmiendas: el próximo gobierno tendrá al menos cuatro meses para mejorar algunos aspectos. Es un camino de salida para resolver contenciosos que de otra manera serían más problemáticos y violentos», afirma.
La Constitución presenta una contradicción fundamental: los artículos 2.1 (b) y 2.2. defienden los derechos de libertad y derechos religiosos, pero el artículo 2.1 (a) dice: «No se puede aprobar ninguna ley que entre en contradicción con las leyes del Islam».
