CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 26 octubre 2005 (ZENIT.org).- Tras saludar este miércoles a Benedicto XVI, Franz Beckenbauer, uno de los mejores jugadores de fútbol de la historia de Alemania, confesó: «ha sido uno de los momentos más emocionantes de mi vida».
Beckenbauer, presidente del Comité Organizador Alemán del Mundial de Fútbol 2006, quiso culminar su gira de bienvenida a los 31 países clasificados para ese campeonato, visitando al Papa compatriota.
Al finalizar la audiencia general, en la que participaron más de 50,000 peregrinos congregados en la plaza de San Pedro, el obispo de Roma concedió una audiencia privada a la delegación del Comité Organizador.
Beckenbauer aprovechó la ocasión para entregarle al Papa un banderín del Mundial. Benedicto XVI se lo ha agradecido y le deseó «mucha suerte para el Mundial de Alemania», añadiendo: «Voy a seguir muchos partidos por televisión».
Joseph Ratzinger, no escondía su apoyó al Bayern de Munich, equipo de la ciudad de la que fue arzobispo antes de ser nombrado prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y con el que Beckenbauer ganó en tres ocasiones la Copa de Europa. Es el único hombre que ha ganado el Mundial de fútbol como jugador y entrenador.
Al saludar a sus huéspedes el pontífice reconoció también a Rudi Völler, quien acompañaba a la delegación del Comité Organizador como Embajador del Mundial.
Völler, actual director deportivo del Bayer Leverkusen, quien conoce bien Roma, pues fue jugador y entrenador del equipo de esta ciudad, recibió como regalo del Papa un rosario.
