ROMA, martes, 15 de noviembre de 2005 (ZENIT.org).- Roma ha reanudado las sesiones de teología en el pub con una charla sobre ángeles y demonios a cargo del profesor de teología Pedro Barrajón, L.C.
El profesor de antropología teológica explicó este lunes, ante un público anglófono reunido en un pub irlandés cerca de la plaza Venecia de Roma, cómo se desarrolla un exorcismo y sugirió no tener miedo ante el diablo.
«El Diablo existe, pero no tenemos que tener miedo», afirmó el sacerdote que imparte lecciones en el Curso sobre Exorcismo y Oración de Liberación en el Ateneo Pontificio «Regina Apostolorum».
«El Diablo intenta primero tentarnos y se aprovecha de nuestros puntos débiles. Así pues, es importante conocernos bien y saber cuáles son nuestros puntos flojos», alertó.
«La acción del mal puede estar presente en la vida desde el inicio hasta el fin de ésta», dijo el padre Barrajón, recordando que en la vida de algunos santos, como la madre Teresa de Calcuta o el padre Pío, se dio una acción del diablo en varias ocasiones.
«Vivimos en una cultura muy complicada y a veces la presencia del Diablo se manifiesta a través de ideas», reconoció el teólogo.
El profesor Barrajón preguntó a los jóvenes, que le escuchaban con una cerveza en la mano, cómo es posible protegerse del Diablo. La primera respuesta que se escuchó fue: «a través de los sacramentos».
«Sí, los sacramentos, la fe, la oración y el sacrificio son la defensa contra el Demonio», puntualizó.
Una de las posibles aunque excepcionales acciones del Diablo es la posesión, esclareció, y explicó cómo tienen lugar un exorcismo.
«La posesión puede ser inducida por casos de magia o misas negras», advirtió.
«El exorcismo es una especie de lucha», indicó, explicando que «inicia invocando el nombre de la Trinidad: las personas que asisten al exorcismo rezan, aunque esto no significa que el Demonio se vaya».
«Se establece una especie de diálogo entre el sacerdote autorizado para realizar el exorcismo –aunque a veces hay laicos que lo hacen pero no es correcto, porque no tienen el permiso de las autoridades eclesiásticas– y la persona poseída, que emite sonidos extraños», añadió.
«El Diablo intenta provocar al sacerdote y muestra aversión a la cruz, a las oraciones y al rosario u otros objetos sacros», prosiguió Barrajón.
«Uno de los nombres del Diablo es Asmodeus, éste es un demonio que actúa contra el matrimonio y la familia», indicó.
«Otros nombres son Hijo de las Tinieblas, Satán o Beelzebul, nombres de origen bíblico», dijo.
El padre Barrajón recordó finalmente que en una posesión intervienen elementos biológicos, psicológicos y espirituales y que no es nada fácil establecer el límite entre enfermedad psicológica y posesión.
Para recibir información sobre las sesiones de teología en el pub, que se realizan periódicamente en un pub del centro de Roma, se puede mandar un mensaje a la dirección de correo electrónico totroma@hotmail.com