El documento ha sido publicado tras el encuentro ordinario del Secretariado Episcopal de América Central (SEDAC) en Panamá del 22 al 25 de noviembre del 2005.
«Nos preocupa», reconocen los prelados de los dos países, «el ambiente de tensión surgido en los últimos días, sobre todo por la manipulación de hechos ciertamente reprobables y por el interés en despertar posibles conflictos territoriales».
«Esto crea un ambiente de adversidad contra el hermano de la nación vecina, lo cual, sin embargo, no debe dominar nuestros principios de caridad. Todos estamos llamados a construir “la civilización del amor” para gozar de una paz duradera», aseguran los prelados.
La tensión se agudizó, según explica la prensa de San José, por la muerte en Costa Rica del nicaragüense Leolpoldo Natividad Canda Mainera, el 10 de noviembre, a causa de las mordeduras de perros de raza Rottweiler.
Las relaciones entre Managua y San José ya se habían deteriorado a partir del 27 de septiembre, cuando Costa Rica demandó ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya a Nicaragua por la negativa de dejar navegar guardias armados costarricenses en aguas del fronterizo río San Juan.
El texto, firmado por seis obispos de Costa Rica y cinco de Nicaragua, recuerda que «la responsabilidad de la armonía es de todos, pero de un modo particular corresponde a nuestros líderes políticos, los que tienen el deber específico de armonizar con justicia los diversos sectores de una nación».
«Es por eso que los discursos y propuestas llenas de divisiones y adversidad no deben tener lugar en nuestra sociedad, menos cuando parecen tener énfasis egoísta tratando de obtener más votos».
Los obispos piden a los medios de comunicación que informen «objetivamente, de esta manera facilitan los caminos de armonía entre nuestros países. En ello expresan su profesionalismo y se comprometen evitar todo lo que pueda fomentar la división».
ÚLTIMAS NOTICIAS
Nov 30, 2005 00:00