SANTO DOMINGO, lunes, 12 marzo 2007 (ZENIT.org).- El obispo dominicano monseñor Diómedes Espinal, denunció el 11 de marzo el crecimiento del tráfico de haitianos y mercancías a través de la frontera común de la República Dominicana con Haití, debido a militares que cobran por permitirlo.
Según el obispo de Mao-Montecristi, los encargados de impedir la entrada de inmigrantes ilegales y el contrabando de mercancías, cobran grandes sumas a ciudadanos del vecino país por dejarlos pasar sin documentos a la República Dominicana.
En todas las rutas desde la zona fronteriza a las ciudades dominicanas hay varios puntos militares de control, y en cada uno de ellos, afirmó monseñor Espinal, los uniformados cobran un peaje de 40 a 50 pesos por haitiano (1,21 a 1,51 dólares).
En la República Dominicana hay entre uno y dos millones de personas haitianas en condiciones ilegales.
«Los puestos de chequeos son realmente peajes de militares, quienes aprovechan la necesidad de esas personas de venir al país a trabajar, para cobrarles por permitirles cruzar la frontera», explicó el prelado.
«Yo, que tengo que moverme por toda la provincia, los veo pagando peaje en los puestos de chequeo», precisó el obispo de Mao-Montecristi.
Muchos de ellos, luego de gastar todo el dinero traído desde su país en el pago a los militares, son devueltos a Haití por no tener para pagarle al último que lo chequeó, denunció monseñor Espinal.