CIUDAD DEL VATICANO, martes, 23 octubre 2007 (ZENIT.org).- El cardenal Renato Raffaele Martino, presidente del Consejo Pontificio Justicia y Paz, ha lanzado un llamamiento para que se libere al mundo de los residuos bélicos explosivos, al entrevistarse con la señora Heidi Khun, fundadora de la organización «Roots of Peace» (Raíces de Paz).
«Estamos llamados a reforzar nuestro compromiso, sobre todo a nivel local, para liberar de los residuos bélicos explosivos a los países que han sido escenario de un conflicto, que cada día amenazan la vida y la incolumidad de un gran número de personas, en especial mujeres y niños», dijo.
La entrevista del cardenal con la señora Khun se celebró el 18 de octubre.
La organización internacional «Roots of Peace», con sede en Estados Unidos, está comprometida en la remoción de los resíduos bélicos, en los países marcados por los conflictos, y en su sustitución por viñas.
En una audiencia con Benedicto XVI, la señora Khun dirigió un llamamiento al cardenal Martino para favorecer el apoyo de las instituciones católicas a las actividades de «Roots of Peace».
Cada 30 minutos, una persona resulta muerta o queda con minusvalías por los resíduos bélicos explosivos (RBE) en los países escenario de conflictos. Cada año, veinte mil civiles resultan muertos o heridos a causa de la explosión de minas o municiones de racimo.
Este tipo de artilugio no discrimina entre población civil y combatientes, ha sido ideado para infligir el máximo sufrimiento y no siempre para matar.
«Los residuos bélicos explosivos dañan la economía de los países escenario de conflictos. A causa de los mismos se prolonga el miedo entre la población civil, a menudo se acentúa la dependencia de las ayudas de la comunidad internacional», explica el Consejo Pontificio Justicia y Paz, en un comunicado.
Según algunas estimaciones, implantar una mina cuesta tres dólares, mientras que la remoción cuesta mil. Hay cerca de 70 millones de minas en las áreas de 70 países en el mundo