CIUDAD DEL VATICANO, lunes 26 de octubre de 2009 (ZENIT.org).- Publicamos la traducción al español de las Proposiciones 1 a 5 (versión no oficial), de la reciente II Asamblea Extraordinaria para África del Sínodo de los Obispos --cuyo texto oficial está en latín--, objeto de voto personal por parte de los padres sinodales, presentadas al Papa Benedicto XVI.

El texto oficial en latín, por su naturaleza, es reservado y no será publicado, para respetar el carácter consultivo de la asamblea sinodal. Este texto, como su nombre indica, tiene carácter propositivo.

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INTRODUCTIO

 

Proposición 1

Documentos que se presentan al Sumo Pontífice

Los Padres Sinodales presentan a la consideración del Sumo Pontífice los documentos sobre “La Iglesia en África al servicio de la reconciliación, de la justicia y de la paz. Vosotros sois la sal de la tierra... vosotros sois la luz del mundo” (Mt 5, 13.14) relativos a este sínodo. Esta documentación comprende: los “Lineamenta”, es “Instrumentum laboris”, las Relaciones “ante” y “post disceptationem” y los textos de las intervenciones, tanto los presentads en el Aula como los “in-scriptis”, las Relaciones de los Círculos Menores y sus discusiones – sobre todo algunas propuestas específicas, que los Padres han considerado de fundamental importancia.

Los mismos Padres piden humildemente al Santo Padre que valore la oportunidad de ofrecer un documento sobre la Iglesia en África al servicio de la reconciliación, de la justicia y de la paz.



I - ECCLESIA IN SYNODO


Proposición 2

El Sínodo de un nuevo Pentecostés

Si la Primera Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos fue llamada “sínodo de la resurrección y de la esperanza” (EIA, 13), los Padres sinodales, en comunión con el Santo Padre el Papa Benedicto XVI, ven esta segunda Asamblea Especial como el sínodo de un “nuevo Pentecostés”.

Agradecidos a Dios, dan las gracias al Santo Padre por la providencial decisión de convocar este sínodo. Los Padres sinodales están contentos de atestiguar el carácter universal de una asamblea sinodal en presencia del Santo Padre, y también de sus más estrechos colaboradores y representantes de la Iglesia de los demás continentes.

Rezan para que el Espíritu de Pentecostés renueve nuestra dedicación apostólica a trabajar para que la reconciliación, la justicia y la paz y la humanidad en general prevalezcan en África y en el resto del mundo, y para que no suceda que los inmensos problemas que pesan sobre África nos superen, y para que seamos “sal de la tierra” y “luz del mundo”.

Que este ejercicio de comunión eclesial y responsabilidad colegial inspire otras estructuras y formas de ministerio de cooperación en la Iglesia – Familia de Dios.



Proposición 3

Comunión eclesial

Por su naturaleza íntima, la Iglesia es una comunión que comporta una solidaridad pastoral orgánica. Los obispos, en comunión con el Obispo de Roma, son los principales promotores de comunión y colaboración en el apostolado de la Iglesia, en el que participan los sacerdotes, los diáconos, las personas consagradas y los fieles laicos. Esta comunión de la Iglesia aparece particularmente en la colegialidad efectiva y afectiva entre los obispos en sus provincias eclesiásticas y a nivel nacional, regional, continental e internacional.

Por esto el Sínodo recomienda que los obispos, los sacerdotes, los diáconos, los religiosos y los laicos refuercen ulteriormente su cooperación a nivel diocesano, nacional, continental e intercontinental. Anima también a una ulterior y continua cooperación entre el Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SECAM) y la Confederación de las Conferencias de los Superiores/as Mayores de África y Madagascar (COSMAM).

De esta forma la Iglesia se convierte en un signo más eficaz y promotora de reconciliación, justicia y paz.



Proposición 4

Comunión eclesial a nivel regional y continental

Los Padres sinodales dan gracias a Dios por el trabajo desarrollado desde el SECAM/SCEAM (Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar), en los pasados cuarenta años de su existencia (1969-2009) como primera instancia de comunión eclesial a nivel continental.

Desean que, conservando el Espíritu de Pentecostés, las Conferencias Episcopales nacionales y la Asamblea de la Jerarquía Católica de Egipto renueven su adhesión al SECAM/SCEAM con el fin de asegurar un ministerio pastoral más fructífero en África, con especial referencia a la reconciliación, a la justicia y a la paz.

Por ello animan a los obispos de África a reavivar las estructuras de la comunión eclesial, especialmente la COSMAM (Confederación de las Conferencias de los Superiores/as Mayores de África y Madagascar) y promover otras como:

-un consejo continental para el clero;

-un consejo continental para los laicos y

-un consejo continental para las mujeres católicas.

Piden al SECAM/SCEAM que explore y elabore formas e instrumentos para asegurar una colaboración fructífera en dichas estructuras.



II - SYNODALIA THEMATA



A) Reconciliatio



Proposición 5

El sacramento de la reconciliación

La gracia de Dios crea en nosotros un corazón nuevo y nos reconcilia con él y con los demás. Es esencial para la “reconciliación” el sacramento de la reconciliación, que se debe celebrar según las normas canónicas y en el espíritu de la Exhortación Apostólica post-sinodal Reconciliatio et Poenitentia. Se trata de restituir toda su importancia a la celebración del sacramento de la penitencia en su doble dimensión, individual y comunitaria.

La reconciliación en el plano social favorece la paz. Tras un conflicto la reconciliación reconstruye la unidad de los corazones y la vida en común. En virtud de la reconciliación, naciones durante mucho tiempo beligerantes han reencontrado la paz, ciudadanos devastados por la guerra civil han reconstruido la unidad; personas o comunidades que piden y ofrecen perdón han purificado su memoria; familias divididas vuelven a vivir otra vez en armonía. La reconciliación supera las crisis, restituye dignidad al pueblo y abre el camino al desarrollo y a la duración de la paz en el pueblo a todos los niveles.

Los Padres sinodales lanzan de corazón un llamamiento a todos aquellos que están en guerra en África y hacen sufrir mucho a su pueblo: “cesad las hostilidades y reconciliaos”.

Ellos piden a todos los ciudadanos y los gobiernos de África que reconozcan su fraternidad y promuevan iniciativas de todo tipo que podrían alentar la reconciliación y reforzarla establemente a todos los niveles de la sociedad.

Invitan a la comunidad internacional a que rechace con fuerza los intentos de desestabilizar el continente africano y que provocan constantemente conflictos.

Proponen que las naciones africanas celebren cada año el Día de la reconciliación.

[Traducido del italiano por Inma Álvarez]