CIUDAD DEL VATICANO, viernes 30 de octubre de 2009 (ZENIT.org).- El Papa afirmó que una sociedad vigorosa se edifica “por la solidez de los valores morales que la sustentan, ennoblecen y dignifican”, este viernes al recibir en audiencia en el Vaticano a la nueva embajadora de Panamá ante la Santa Sede, Delia Cárdenas Christie, con motivo de la entrega de sus Cartas credenciales.
El Santo Padre enunció los “elementos irreemplazables para crear un sano tejido social y edificar una sociedad vigorosa”.
Concretamente, se refirió a la “defensa de aspectos tan primordiales como el compromiso por la justicia social, la lucha contra la corrupción, el trabajo en favor de la paz, la inviolabilidad del derecho a la vida humana desde el momento de su concepción hasta su muerte natural, así como la salvaguardia de la familia basada en el matrimonio entre un hombre y una mujer”.
Benedicto XVI destacó que la Iglesia contribuye “de manera decisiva a dinamizar el presente y avivar el anhelo de un futuro esperanzador”.
Y añadió que “en el marco de las respectivas competencias y del respeto recíproco, el quehacer de la Iglesia, que en razón de su misión no se confunde con el del Estado, ni puede identificarse con programa político alguno”.
El Papa explicó que, a diferencia del Estado, la Iglesia “se mueve en un ámbito de naturaleza religiosa y espiritual, que tiende a la promoción de la dignidad del ser humano y a la tutela de sus derechos fundamentales”.
“Sin embargo -añadió-, esta distinción no implica indiferencia o mutuo desconocimiento, ya que, aunque por diverso título, Iglesia y Estado convergen en el bien común de los mismos ciudadanos, estando al servicio de su vocación personal y social”.
En su discurso a la nueva embajadora de Panamá, el pontífice afirmó que “el mensaje del Evangelio ha jugado un papel esencial y constructivo en la configuración de la identidad panameña, formando parte del patrimonio espiritual y del acerbo cultural de esa Nación”.
V Centenario
Como ejemplo de ello, destacó la “Bula «Pastoralis officii debitum«, por la cual, el 9 de septiembre de 1513, el Papa León X erigía canónicamente la diócesis de Santa María La Antigua, la primera en tierra firme del Continente americano”.
Para conmemorar el V Centenario de este acontecimiento tan significativo, la Iglesia en Panamá está preparando diversas iniciativas, que, según el Papa, “reflejarán lo arraigada que está en su Patria la comunidad eclesial, que no pretende otro bien que el del pueblo mismo, del cual ella forma parte y al que ha servido y sirve con altura de miras y generosidad”.
El Santo Padre comentó que pide a Dios “que esta efeméride acreciente la vida cristiana de todos los amados hijos de esa Nación, de modo que la fe siga siendo en ella fuente inspiradora para afrontar de manera positiva y provechosa los retos que esa República tiene planteados en la actualidad”.
Honradez, transparencia, profesionalidad y diligencia
Benedicto XVI quiso reconocer “el compromiso que las autoridades panameñas han manifestado reiteradamente de fortalecer las instituciones democráticas y una vida pública fundamentada en robustos pilares éticos”.
En este sentido, señaló que “no se han de escatimar esfuerzos para fomentar un sistema jurídico eficiente e independiente, y que se actúe en todos los ámbitos con honradez, transparencia en la gestión comunitaria y profesionalidad y diligencia en la resolución de los problemas que afectan a los ciudadanos”.
“Esto favorecerá el desarrollo de una sociedad justa y fraterna, en la que ningún sector de la población se vea olvidado o abocado a la violencia y la marginación”, añadió.
También destacó “el valioso papel que Panamá está desempeñando para la estabilidad política del área centroamericana, en unos momentos en los que la coyuntura actual pone de relieve cómo un progreso consistente y armónico de la comunidad humana no depende únicamente del desarrollo económico o los descubrimientos tecnológicos”.
Acuerdo por ratificar
El Papa afirmó que Panamá “mantiene unas relaciones bilaterales fluidas y fructíferas con la Santa Sede”.
También mostró su deseo de que “el acuerdo firmado el pasado 1 de julio de 2005” “sea prontamente ratificado, y se pueda erigir así una circunscripción eclesiástica que atienda pastoralmente a las Fuerzas de Seguridad Panameñas”.
Finalmente, animó a todos los panameños “a trabajar por una mayor igualdad social, económica y cultural entre los distintos sectores de la sociedad, de manera que renunciando a los intereses egoístas, afianzando la solidaridad y conciliando voluntades se vaya desterrando, en palabras del Papa Pablo VI, «el escándalo de las disparidades hirientes”.