ROMA, domingo 7 de marzo de 2010 (ZENIT.org).- La Iglesia en Argelia acaba de lanzar una nueva revista interdiocesana. Titulada Pax & Concordia, tiene como objetivo “dar la palabra a los cristianos y a sus amigos --incluídos los musulmanes--, para hablar del país, de los encuentros, cuestiones, reflexiones y actividades” de los cristianos en Argelia, explica Michel Guillaud, coordinador del equipo de redacción de esta publicación.

En el editorial que firma en el primer número, monseñor Ghaleb Bader, arzobispo de Argel, alude a la esperanza de que este boletín “además de ser un signo de colaboración, de renovación y de unidad”, sea sobre todo “el signo de una nueva esperanza para nuestra Iglesia de Argelia, capaz de renovarse y abrir nuevas puertas a pesar de las dificultades que tiene que afrontar cada día”.

A lo largo de sus cuatro apariciones anuales, Pax & Concordia propondrá un examen resumido de la actualidad de las diócesis de la Iglesia Católica en Argelia y de la Iglesia universal. Cada mes, un autor argelino propondrá un análisis en la sección “Mirada sobre Argelia” y un dossier presentará un aspecto de la sociedad argelina, que testimonie la implicación de la Iglesia en este campo.

Michel Guillaud rememora para ZENIT los “primeros pasos” de esta revista interdiocesana.

--¿Qué ha motivado el lanzamiento de esta revista?

Michel Guillaud: Hay cuatro diócesis en Argelia: tres en el norte (Orán, Argel y Constantina-Hipona) y una para todo el sur. A título interno, los católicos de Argelia deseaban un mayor dinamismo interdiocesano. A título externo, tenían el deseo de compartir lo que viven con sus amigos y las personas interesadas por laas relaciones islamo-cristianas.

El equipo de redacción es muy modesto: una persona de cada diócesis, que comunican entre ellos sobre todo por internet, y se ven físicamente una vez entre cada número (personalmente, necesito ocho horas para reunirme con el miembro más próximo de nuestro equipo). Pero nuestro objetivo es dar la palabra a los cristianos y a sus amigos –incluído los musulmanes- para hablar del país, de nuestros encuentros, cuestiones, reflexiones y actividades.

--Tras el lanzamiento de su revista, ¿cuáles han sido las reacciones de los cristianos de Argelia?

Michel Guillaud: Las primeras reacciones eran en principio sobre la forma, expresando la alegría de disponer de una revista de calidad y no sólo un “periodicucho” austero y confidencial. Expresaban también el deseo de que puedan reconocerse los católicos de lengua árabe y bereber, incluso si parece pertinente la opción de conservar la lengua francesa como lengua principal para la revista. Pero se ha manifestado un gran interés también por los dossieres, para ir más allá de un simple compartir noticias, permitir formación y reflexión.

--En su editorial, monseñor Ghaleb Bader habla de “renovación”. ¿Se nota hoy día una renovación en la Iglesia de Argelia a pesar de las dificultades que persisten?

Michel Guillaud: La Iglesia se caracteriza por la importante presencia de jóvenes del África subsahariana a los que Argelia ofrece becas, y también por la de los migrantes deseosos de llegar al norte. Es una Iglesia joven. Muchos de ellos son cristianos, de denominaciones por lo demás muy variadas. Desde este punto de vista, Argelia no escapa más que el resto del continente a la emergencia de las comunidades protestantes evangélicas, principalmente en la Kabilia. Es un hecho nuevo que empuja.

--¿Qué se puede decir de la libertad religiosa en Argelia ?

Michel Guillaud: El interés manifestado por un cierto número de argelinos por caminar con Cristo marca profundamente a nuestra Iglesia. A este respecto, Argelia es probablemente el Estado árabe-musulmán más respetuodo de su libertad, incluso si esto repercute profundamente sobre la sociedad y suscita a veces en la población o en la prensa vivas reacciones, incluso violentas. Los rechazos de visado a sacerdotes o religiosos podrían provocar una extrangulación de la Iglesia, enfrentada a un fuerte envejecimiento de sus cuadros, pero el diálogo con las autoridades continúa como atestigua el coloquio sobre la libertad de culto organizado a mitad de febrero en Argel por el Ministerio de Asuntos Religiosos.

Todas las novedades tienen como telón de fondo la conciencia y la voluntad muy vivas de la Iglesia Católica de ser una Iglesia para Argelia, para todos los argelinos, se podría casi decir ‘para el Islam’. Se trata de responder a una vocación específica por la relación islamo-cristiana que la marca totalmente y muy profundamente. El reto va mucho más allá de un deseo de buena vecindad o de servicio común al pobre, a la paz o a la justicia. Se trata de ir hacia un testimonio diferenciado pero armónico del cristianismo y del Islam en nuestro mundo.

¡Pax & Concordia querría estar al servicio de esto con la Iglesia de Argelia!

El título de Pax et Concordia procede de un mosaico encontrado en Tipasa, lugar romano situado a 60 kilómetros de Argel, que tiene la inscripción siguiente: In Deo, pax et concordia sit convivio nostro (En Dios, que la paz y la concordia esté en nuestro compartir). El Convivium evocado en esta estela es probablemente en sentido estricto una comida funeraria. Pero una interpretación contemporánea prefiere ampliar el círculo de los convidados para pedir la paz y la concordia sobre todos quienes aquí viven juntos en esta tierra de Argelia.

Por Marine Soreau, traducido del francés por Nieves San Martín