ROMA, martes 9 de marzo de 2010 (ZENIT.org) Un momento para la reflexión y profundización sobre el tema del celibato sacerdotal se realizó en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz en Roma los días 4 y 5 de marzo.
El evento académico, al que participaron cientos de sacerdotes de Roma y diversas diócesis del mundo, así como decenas de laicos y religiosos, contó entre otros con la presencia del prefecto para la Congregación del Clero, cardenal Claudio Humes O.F.M y el prefecto para la Congregación de la Causa de los santos, monseñor Angelo Amato.
Diferentes sacerdotes, laicos y académicos hablaron sobre la naturaleza del celibato, su origen y su sentido así como sobre las excepciones que la Iglesia ha permitido especialmente en algunos ritos orientales y en los sacerdotes ex anglicanos que hayan contraído matrimonio y que desean entrar en plena comunión con la fe católica.
El padre Pablo Gafael en su ponencia denominada “El celibato sacerdotal en las iglesias orientales”, reconoció que para el tema de las excepciones que permite la Iglesia es necesario entrar “con los pies de punta” mientras que el padre Stefan Heid mostró en su ponencia cómo la Iglesia en la historia ha ido discerniendo y asimilando la importancia de que los sacerdotes vivan la continencia perfecta por el Reino de Dios.
Para aclarar este tema ZENIT entrevistó al padre Laurent Touze, profesor de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz en Roma, quien participó en este congreso con su ponencia: “¿El celibato está vinculado al sacramento del orden? Para una teología espiritual del celibato”.
-¿El celibato es un dogma de fe o una disciplina?
Laurent Touze: Ni lo uno ni lo otro. No es un dogma de fe porque se ve hoy actualmente en la Iglesia hay sacerdotes casados como por ejemplo, algunos de la Iglesia Católica oriental. No todos pero algunos admiten sacerdotes casados o como se ha recordado recientemente en el motu propio del Santo Padre Anglicanorum coetibus, publicado el pasado 4 de noviembre: entre los ex anglicanos que quieren regresar a la comunión con la Iglesia católica serán admitidos sacerdotes casados.
- Con esta medida ¿cree que podría un día el celibato llegar a ser voluntario también para los sacerdotes del rito latino?
Laurent Touze: No, porque la Iglesia está entendiendo cada vez más la relación entre el sacerdocio, el episcopado y el celibato. Es algo que podría asemejarse a la revelación de un dogma aunque no lo sea en este momento y se tiende siempre más a entender que se debe promover entre los todos los sacerdotes y también entre los sacerdotes católicos orientales una práctica que sea verdaderamente similar a la que se vivía en los primeros siglos.
- ¿Pero si en los primeros siglos había tantos sacerdotes casados, entre ellos los apóstoles?
Laurent Touze: Estudios han demostrado de un modo convincente que este hecho debe interrogarse: no se vivía la continencia de todos los clérigos, pero desde el momento de la inclusión del orden sacerdotal estos hombres debían vivir la continencia con el permiso de la propia mujer, porque esto era un compromiso de la pareja
- ¿Entonces por que se hacen excepciones?
Laurent Touze: Históricamente porque ha habido una manipulación de textos y creo que una mala traducción que la Iglesia oriental, que se ha separado de Roma y ha reconocido que esto que habían declarado contrariamente a la tradición, se podía aceptar. En este sentido hay verdaderamente algunas excepciones. La Iglesia ha descubierto que tenía la posibilidad de admitir excepciones pero que debían ser entendidas como tales. Respetablemente, como lo ha subrayado el Concilio Vaticano II en las iglesias católicas orientales hay sacerdotes casados santísimos que han contribuido mucho a la historia de la Iglesia y a la fe en tiempos de persecución, pero son verdaderamente excepciones y deben entenderse como tales.
-Pero con los obispos no se hacen estas excepciones. ¿Tiene un significado especial el celibato episcopal?
Laurent Touze: Sin duda. Es muy distinto, tanto teológica como históricamente. Es más, el Concilio Vaticano II con la constitución Lumen Gentium ha definido que el episcopado es la plenitud del sacramento del orden. Es necesario descubrir la especificidad del episcopado y por ende, el celibato episcopal. Y puede demostrarse con el hecho de que en el celibato o continencia del obispo no se ha hecho nunca una excepción.
Esto es algo estudiado por la Iglesia sobre la cual el pontificado romano ha debido reflexionar más recientemente en la historia contemporánea en dos ocasiones: después de la Revolución Francesa, donde algunos obispos, o mejor, ex obispos pedían casarse.
Esto se ha estudiado y se ha dicho que era imposible, que esto no se había hecho nunca, que estaba en juego el asunto dogmático o todavía recientemente con la ordenación de hombres casados y obispos esposados que se efectuaron en la ex Checoslovaquia por imposición o con la presión del partido comunista al poder. También allí la Iglesia había afirmado sobre el hecho de que el obispo siempre debe ser célibe o si había contraído matrimonio antes de su ordenación porque debería vivir la continencia hasta el momento de su ordenación episcopal.
Por Carmen Elena Villa