MUNICH, jueves 13 de mayo de 2010 (ZENIT.org).- Las principales organizaciones laicas de la Iglesia católica y evangélica alemanas han convocado un congreso ecuménico, segundo de la historia en Alemania, que se está celebrando desde ayer en Munich, y que durará hasta el próximo domingo.
El Comité Central de los Católicos alemanes (ZdK) y el Congreso Alemán Evangelico (EKT) aprobaron por unanimidad esa convocatoria ya hace tiempo, y tampoco ha faltado la esperada ‘invitación oficial’ por parte de los correspondientes obispados de Baviera. Desde entonces miles de personas volontarias de todas las iglesias cristianas han formado equipos para elaborar el programa del segundo congreso ecumenico bajo el lema «Para que tengáis esperanza».
“Estamos contentos de poder contar con mas de 130. 000 partizipantes inscritos”, dijeron los organizadores a la prensa en Munich. Vamos a presentar unos 3.000 eventos sostenidos por 15.000 colaboradores para profundizar las impliaciones de la fe cristiana en la vida de nuestra sociedad, declararon ambas organizaciones laicas, en un comunicado conjunto.
Una de las celebraciones más destacadas será el proximo viernes por la tarde, unas Vísperas ecumenicas inspiradas por la tradición ortodoxa en la plaza Odeon, en pleno centro de Munich, en la que se colocará una inmensa cruz inspirada por el arte ortodoxo.
Para ello los participantes se colocarán al aire libre en mil mesas, cada una con dos bancos para dar acogida a 10 personas. Después de los cantos y oraciones litúrgicas, se celebrara el ágape con pan bendecido (artoklasia) entre los comensales.
Se trata de una importante tradición oriental, que consiste en celebrar un ágape con cinco panes redondos fermentados, aceite y vino, que son bendecidos y dispuestos en una bandeja especial, durante las vigilias y días de fiesta.
Hace días unas mil personas se ofreciereon voluntarias para ser anfitrionas de dichas mesas. Cristianos de diferentes confesiones orarán y cantarán juntos, escucharan la palabra de Dios y podrán al final compartir fraternalmente el pan.
Este congreso, organizado por los representantes de la Iglesia evangélica alemana (EKD), y de las otras Iglesias y comunidades cristianas, con las cuales la Iglesia católica está en relaciones de cooperación ecuménica, refleja el deseo de muchos cristianos de buscar juntos celebrar y testimoniar su fe en una sociedad secularizada.
Comienza todos los días desde la oración y la meditación de la Palabra de Dios en todas las Iglesias y las grandes aulas de la feria de Munich. En la noche de ayer miércoles se invitó a los servicios ecuménicos de acogida a diferentes lugares de la ciudad, incluyendo la Theresienwiese, donde tradicionalmente tiene lugar la mundialmente conocida Oktoberfest, la fiesta de la cerveza.
Todo el centro de Munich se ha transformado en un área de acogida. 250 comunidades cristianas ofrecen comidas típicas para confortar a los peregrinos. En 20 tarimas hay bandas de musica cristiana para compartir también con aquellos para quienes Dios es un desconocido, la esperanza cierta en Jesucristo.
Alrededor de 300.000 personas formaron la noche de ayer miércoles una cadena humana, rezando juntos el Padrenuestro en las calles circulares del casco viejo de la capital de la provincia alemana de Baviera.
De Roma ha llegado el abad primado de la Confederación Benedictina. Está previsto que toque hoy jueves con su equipo la guitara eléctrica en el Marienhof. Notker Wolf, OSB, reveló a ZENIT las líneas maestras del concierto: Unas piezas de musica rock de los años 70 y 80. Tocará en presencia del equipo Feedback de la comunidad benedictina, en la localidad de St. Ottilien.
Hace dos años, en Berlín tuvo lugar el primer congreso ecuménico de la historia de la Iglesia alemana, con más de medio millón de participantes y amplia representación de la plana mayor de la política alemana.
Por Angela Reddemann