ASTANÁ, martes 7 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- La dignidad de las personas y la libertad religiosa y de creencias son el centro de la seguridad global. Así lo recoge la declaración final de la Cumbre de Jefes de Gobierno de la OSCE (Organicación para la Seguridad y la Cooperación en Europa) en Astaná (Kajastán).
Esta declaración, Astana Commemorative Declaration. Towards a Common Security, adoptada el pasado domingo 5 de diciembre, ha sido hoy saludada positivamente por varias ONG europeas.
Estas sin embargo insisten en la necesidad de luchar específicamente contra la discriminación de los cristianos, incluso en Europa, según un comunicado hecho público por el Observatory on Intolerance and Discrimination Against Christians in Europe.
En el documento de Astaná, en los puntos 6 y 7, se subraya la necesidad de salvaguardar los derechos humanos y las libertades fundamentales, desde el “convencimiento de que la dignidad inherente del individuo está en el centro de la seguridad global”.
En él se reconoce que los 56 Estados miembros “deben hacer mayores esfuerzos por promover la libertad de religión y creencias y por combatir la intolerancia y la discriminación”.
Por su parte, en el comunicado hecho público hoy por el Observatory, los representantes de las ONG presentes en Astaná piden a la próxima presidencia lituana de la OSCE que pongan la preocupación por la discriminación contra los cristianos en la propuesta de plan de acción que se redactará en 2011.
En este sentido, recuerdan la intervención del representante de la Santa Sede, cardenal Bertone, el cual “puso de relieve el creciente problema de la intolerancia por motivos religiosos y la discriminación contra los cristianos”.
Jan Ledochowski delegado de la Comunidad de San Juan de la Soberana Orden de Malta en Viena destacó el sesgo anti-cristiano en los medios de comunicación, el cual limita la total libertad de expresión.
En este sentido, apeló a la “responsabilidad del Estado y de los medios de comunicación de crear un ambiente donde todo el mundo pueda manifestar abiertamente sus creencias sin temor al ridículo o la discriminación».
Álvaro Zulueta, representante de la organización española HazteOir.org, afirmó que “hoy en día, la libertad religiosa está en peligro en muchos países. En algunas naciones, los creyentes arriesgan su vida o su salud. En otros países, son objeto de insultos y burlas. Los creyentes y su derecho a expresarse también en el ámbito público deben ser protegidos».
Leonor Tamayo, portavoz de la asociación Profesionales Por la Ética, en referencia a la resolución 1763 del Consejo de Europa, que limita el derecho de objeción de conciencia de los médicos y personal sanitario al aborto, afirmó que «cualquier intento de control de la conciencia es un gran peligro para Europa».
Por su parte Barbara Vittucci, en representación de la Mesa Austríaca para la Reconciliación y del Observatorio sobre la Intolerancia y la Discriminación Contra los Cristianos en Europa, afirmó que los cristianos “deben ser libres para hablar y enseñar en el sentido cristiano de la dignidad y la naturaleza del hombre, así como en los asuntos de fe, ética y moral”.
“Estas libertades están siendo obstruidas por el acoso y la violencia, haciendo imposible expresarse. La represión de la libertad de expresión también se produce en el plano político por la legislación sobre la llamada incitación al odio”.
Mario Bergner de Redeemed Lives, destacó el creciente peligro de restringir la libertad religiosa en el ámbito de la sexualidad, diciendo que la aplicación «la aplicación demasiado amplia de las leyes sobre incitación al odio han comenzado a restringir las libertades fundamentales de los sacerdotes cristianos, académicos, médicos y estudiantes universitarios al no poder aplicar la moral de su fe en el tema de la homosexualidad».
Por su parte, la doctora Gudrun Kugler, Directora del Observatorio de la intolerancia y la discriminación contra los cristianos en Europa, insta a la OSCE a «que reconozca y condene el problema de la intolerancia y la discriminación contra los cristianos en todas sus formas, tanto en los países orientales como occidentales de la OSCE”.
Para saber más: Documento de Astaná (http://www.osce.org/documents/mcs/2010/12/48067_en.pdf )