Dos sacerdotes secuestrados en Sudán

Un obispo denuncia presiones contra la población de Sudán del Sur

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ROMA, miércoles 18 enero 2012 (ZENIT.org).- Crecen los temores por la seguridad de dos sacerdotes del Sudán que han sido secuestrados. Son los sacerdotes Joseph Makwey, de 40 años, y Sylvester Mogga, de 30, quienes fueron secuestrados este 15 de enero por sujetos que rompieron las puertas del complejo parroquial y del presbiterio.

Según los vecinos –citados por la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN)- los atacantes llegaron a la parroquia de Santa Josefina Bakhita, en un enorme camión lleno de gente. Además de secuestrar a los sacerdotes, saquearon la propiedad y se llevaron los aparatos eléctricos y objetos de valor como ordenadores portátiles y otros equipos informáticos.

Al informar del incidente, ocurrido en la ciudad de Rabak, al sur de Jartum, el obispo auxiliar de Jartum, Daniel Adwok Kur, declaró a AIN que se desconoce el paradero de los dos sacerdotes.

Dirigiéndose al lugar para evaluar la situación, el obispo Adwok dijo: «Estamos preocupados por los dos sacerdotes. Uno de ellos –el padre Sylvester- aunque es muy joven está enfermo y necesita ayuda médica». El obispo dijo que la policía había sido notificada, pero que las investigaciones están en sus inicios.

Añadió que era aún imposible «especular» sobre la identidad de los secuestradores y sus motivos. Sin embargo, al informar de un aumento de secuestros en la región, el obispo Adwok dijo que temía que los hombres pudieran ser reclutados, para luchar en medio de lo que se conoce como un empeoramiento de los conflictos internos que envuelven a Sudán y a Sudán del Sur.

Él obispo dijo: «No es que la ley no pueda implementarse, parece mas bien que este secuestro fue algo deliberado. Los secuestradores habrían sabido que estos hombres eran sacerdotes».

El obispo, que vive en Kosti, una ciudad cercana a Rabak en el otro lado del Nilo Blanco, dijo que en todo Sudán, los militantes están intimidando a las personas originarias de lo que hoy es el Sudán del Sur, presionando para que se vayan.

El obispo Adwok, dijo: «El secuestro de los jóvenes ha asustado prácticamente a todos aquí». Criticó al gobierno de Sudán por desentenderse de los secuestros y decir que los secuestradores son «extranjeros», a los que no se puede controlar.

El obispo añadió: «La gente inocente no está allí para que la golpeen y las autoridades están llamadas a rendir cuentas de lo que está pasando». «No es sólo en Kosti donde está sucediendo. También sucede en Jartum «.

Traducido del inglés por José Antonio Varela

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ZENIT Staff

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