ST. GALLEN, jueves 19 julio 2012 (ZENIT.org).- La Presidencia del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa ha hecho público hoy un comunicado sobre la situación en Siria. Ofrecemos el texto del comunicado.

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Desde hace meses, la Iglesia y toda la comunidad internacional miran con gran aprensión y profunda tristeza la escalada de violencia en Siria, donde las armas parecen haber sutituído el diálogo.

Esperamos que las autoridades del país, la población y todos los creyentes, de cualquier religión que sean, miren a Dios y encuentren el camino que haga cesar todas las hostilidades, deponer las armas y emprender la vía del diálogo, de la reconciliación y de la paz. Este conflicto no puede sino portar consigo inevitablemente lutos, destrucciones y graves consecuencias para el noble pueblo sirio. La guerra es una vía sin salida. La felicidad no puede ser alcanzada sino juntos, nunca en la prevaricación de los unos contra los otros.

Los próximos días pueden ser decisivos para la solución de esta crisis. Exhortamos por tanto a todos los cristianos de Europa a multiplicar su empeño de oración por la paz en aquella región.

Nuestra fe nos lleva a esperar que sea posible una solución a la crisis, leal y constructiva, respetuosa de los intereses de cada uno. es necesario encontrar de nuevo el espacio para un diálogo de paz: no es nunca demasiado tarde para comprenderse, para negociar y construir juntos un futuro común.

Estamos seguros de que, con la ayuda de Dios, el buen sentido puede prevalecer y traer una convivencia pacífica en la verdad, en la justicia, en el amor, en la libertad y en el respeto de todas las minorías, en especial de los cristianos del país.

Firman el comunicado el cardenal Péter Erdo, arzobispo de Esztergom-Budapest, presidente del CCEE; el cardenal Angelo Bagnasco, arzobispo de Génova, vicepresidente del CCEE; y monseñor Józef Michalik, arzobispo de Przemysl, vicepresidente del CCEE.