La Iglesia católica en El Salvador hace un llamamiento a un pacto nacional para superar el clima de «violencia fratricida» que desde hace años afecta al país. Lo han hecho al finalizar las fiestas en honor del Divino Salvador del mundo. «Vivimos en un momento histórico muy difícil, de luto por la violencia fratricida», ha dicho el presidente del episcopado y arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas en la misa celebrada el miércoles en la catedral.
«Quisiera Dios que la nación pueda alcanzar esos acuerdos que nos pueden ayudar a superar los principales problemas de nuestro país, en particular el de la violencia, de forma que, en la verdad, podamos vivir en paz».
En las declaraciones del prelado, recogidas por el Osservatore Romano, expresa su «cercanía» a las víctimas de la violencia y reitera el compromiso de la Iglesia católica en el proceso de pacificación del país.
El periódico del Vaticano explica que desde 2012 como resultado de una tregua o de un pacto de no agresión entre las bandas rivales, se ha registrado una disminución de los homicidios en más de un 50%. Las autoridades reconocen que persisten otros crímenes, como extorsiones, agresiones y secuestros. Y amplios sectores de la sociedad observan que la tregua no es «sostenible» porque depende exclusivamente de la voluntad de estas bandas criminales.
Por este motivo la Iglesia ha elegido las celebraciones en honor del Divino Salvador del mundo, patrón del país, para volver a lanzar públicamente la propia voz. Miles de salvadoreños acudieron en la procesión que tuvo lugar en las calles de la capital, concluida con la tradicional bajada en la catedral.