En Santo Padre tras el encuentro con las autoridades de Palestina se dirigió en el papa móvil abierto, se dirigió a la plaza de la Natividad, en donde desde la mañana temprano se había reunido una multitud de fieles.
En la Franja de Gaza se registraba malestar porque los 500 cristianos que habían obtenido por un primer sí de Israel para poder llegar a Belén, no fueron autorizados.
Un fuera de programa fue que el papa eligió otro acceso a la Plaza de la Natividad, en donde se pudo ver claramente el muro construido por Israel. El santo padre hizo detener el jeep y rezó en el exterior el muro que circunda Jerusalén.
En Palestina hay muchas personas que trabajan en Jerusalén y viven allí. Entre ellas hay emigrantes católicos de Filipinas, Polonia, y otros países.
A medida que se acercaba a la plaza, la multitud de personas se incrementó. A los gritos de viva el Papa, fue recibido en una verdadera ovación.