MAYNOOTH, martes, 27 enero 2004 (ZENIT.org).- Este martes, con ocasión de la celebración en varios países de Europa del «Día de la Memoria» de los seis millones de judíos víctimas del Holocausto, la archidiócesis primada de Irlanda, Armagh, ha difundido un mensaje que, por su interés, publicamos a continuación.
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El martes 27 de febrero, Día de la Memoria del Holocausto, señala el aniversario de la liberación del campo de concentración nazi de Auschwitz-Birkenau. Uno de los propósitos de señalar este día es intentar y asegurar que los horrendos crímenes cometidos durante el Holocausto nunca se repitan en ningún lugar del mundo.
El Día de la Memoria del Holocausto ofrece una oportunidad para recordar respetuosamente a los seis millones de judíos que sufrieron y murieron en el Holocausto. Llama también nuestra atención para ver adónde pueden llevar finalmente las actitudes de odio e intolerancia. Necesitamos tener en cuenta las lecciones del Holocausto y aprender para el futuro. Sabemos que estas lecciones no han sido aprendidas, como muestra el genocidio de 1994 en Ruanda. Allí, un millón de personas fueron asesinadas en el espacio de 100 días.
El racismo y la intolerancia siguen alzando sus inquietantes cabezas, mucho más cerca, aunque en una proporción muy inferior, y en contextos y circunstancias diferentes. Una sociedad verdaderamente democrática y tolerante, libre de los males del prejuicio, racismo y otras formas de intolerancia, reconoce y respeta en todo momento la dignidad de todos sus ciudadanos, sin distinción de raza, religión, sexo o condición social.
El Día de la Memoria del Holocausto nos llama a todos a trabajar para construir tal sociedad. Que el Dios de Abraham, Alá y Jesucristo, el Dios de la misericordia, justicia y amor, nos dé fortaleza para contribuir en la construcción de esa sociedad.
Maynooth, 27 de enero de 2004
[Traducción del original en inglés realizada por Zenit]
