Con un mensaje enviado por el cardenal Angelo Sodano al obispo local, monseñor Georg Eder, el Santo Padre comunica que en estos momentos está rezando por el eterno descanso de las víctimas y manifiesta, «en esta hora de profundo dolor», su cercanía espiritual a cuantos lloran su muerte.
Al mismo tiempo, dirige palabras de consuelo cristiano e imparte de corazón a todos los que sufren, como signo de esperanza en Cristo resucitado, su bendición apostólica.
Al cierre de esta edición, no se conocía todavía con certeza el número de los fallecidos en el accidente del funicular de la localidad austríaca de Kaprun.
El gobernador del estado austriaco de Salzburgo, Franz Schausberger, anunció en rueda de prensa que el incendio del funicular aún no se ha sofocado y continúa emitiendo gases venenosos que impiden a los bomberos voluntarios realizar su trabajo.
Las autoridades consideran que más de 170 personas perecieron ayer sábado al incendiarse el funicular subterráneo que asciende al glaciar de Kitzsteinhorn, del que sólo nueve pudieron escapar con vida al romper la luna trasera del tren y descender a la carrera por el túnel hasta alcanzar el exterior.