La licuefacción de la sangre coagulada, y contenida en dos pequeñas ampollas, se produjo poco después de las diez de la mañana, hora local y española, en presencia del cardenal Michele Giordano.
El milagro de la sangre de San Jenaro puede producirse tres veces al año: el 19 de septiembre, día de la fiesta del santo; el primer fin de semana de mayo, y el 16 de diciembre, aniversario de la erupción del Vesuvio en 1631, que según la tradición concluyó tras las plegarias de los fieles al patrón de la ciudad.
San Jenaro, obispo de Benevento (Italia), fue decapitado en el año 305. Algunos niños dejaron en la catedral cartas para pedir a Dios la paz en el mundo y por las víctimas de los atentados en Estados Unidos.