MADRID, domingo, 2 de mayo de 2010 (ZENIT.org).- En 2009, el Programa de Empleo de Cáritas atendió en toda España un total 95.695 personas, de las que más de 14.576 consiguieron acceder a un puesto de trabajo, a pesar del impacto de la crisis.
Dentro de este Programa, al que se destinaron unos recursos por valor de 24 millones de euros, se impartieron también a lo largo del último año casi 900 cursos y talleres de formación laboral, en el que participaron 16.000 alumnos, y se pusieron en marcha 21 empresas de economía social, que han generado cerca de 500 empleos directos.
Mujer, joven e inmigrante
«Mujer, inmigrante, joven y con estudios básicos». Este es el perfil mayoritario descrito por Sebastián Mora en un comunicado emitido por Cártias España para resumir los datos de los usuarios del Programa de Empleo, en donde se confirma que casi el 75 por ciento de las personas atendidas por Cáritas en este apartado de su actividad son inmigrantes (de ellos, casi el 63 por ciento proceden de países extracomunitarios europeos) y casi el 61 por ciento mujeres (ante un 39 por ciento de hombres).
En cuanto a tramos de edad, el 35 por ciento de las personas atendidas tienen entre 25 y 35 años, y otro 31 por ciento entre 36 y 45 años; es decir, el 76 por ciento de los usuarios del Programa de Empleo de Cáritas tiene entre 25 y 45 años.
Por niveles formativos, casi el 75 por ciento tiene estudios básicos, el 17 por ciento estudios secundarios, el 5 por ciento han cursado bachillerato o formación profesional, mientras que el 1,3 por ciento son universitarios.
Estrategias adaptadas a las personas más desfavorecidas
Sebastián Mora, que se refiere a los más de 30 años de andadura de los Programas de Empleo de Cáritas, que surgieron como programas contra el paro, señala «la apuesta de Cáritas por una intervención social que contribuya a la reducción del desempleo».
«La gravedad de la situación socioeconómica actual nos ha llevado a tener que redoblar nuestros esfuerzos y continuar trabajando con empeño para lograr nuestro objetivo», explica en el comunicado, además de recordar que la prioridad del trabajo de la entidad en este ámbito es «apoyar a aquellos que tienen más dificultades para encontrar y mantener un empleo».
Con ese objetivo, dentro del Programa de Empleo de Cáritas se han desarrollado estrategias y metodologías adaptadas a las personas, de acuerdo a un modelo de inserción laboral de Cáritas –que explica Ana López, desde su experiencia diocesana de Cáritas Albacete–, basado en la participación de personas como protagonistas de sus propias vidas, en el que los principales ejes de intervención son los servicios de acogida y orientación laboral, los programas de formación para el empleo, el trabajo de intermediación laboral y la generación de empleo social o del denominado «empleo de inserción».