Se tata precisamente de la «Tarjeta de crédito de las Bienaventuranzas», iniciativa con la que se pueden financiar actividades de caridad promovidas por la Iglesia católica, según informa la agencia misionera de la Santa Sede, «Fides».
En virtud de esta iniciativa, realizada en colaboración con el «China Commercial Bank», el poseedor de la tarjeta destina el 0.25% anual de sus gastos a través de la tarjeta a obras caritativas promovidas por la Conferencia Episcopal.
Durante la ceremonia de presentación de la iniciativa, en la sede de la archidiócesis de Taipei, el cardenal Paul Shan dijo: «Esta campaña es válida durante 365 días al año» y aclaró: «para apoyarla no es necesario ser católico. Basta reconocerse en el espíritu de las Bienaventuranzas, ayudando así a quienes sufren necesidad o se encuentran en la pobreza».
«Todo individuo puede convertirse en un pequeño «ángel de las Bienaventuranzas», difundiendo el bien y la bendición».