«En cooperación con la comunidad internacional, en su manifestación anual de solidaridad con el pueblo palestino, la red Caritas y sus 162 organizaciones miembros, que trabajan en más de 200 países y territorios de todo el mundo, apoya la conmemoración del esta Jornada Internacional», afirma el documento.
La Jornada fue convocada por primera vez en 1977 por la asamblea general de las Naciones Unidas en recuerdo del 29 de noviembre de 1947 en el que se adoptó la resolución sobre la participación de Palestina.
Recordando la campaña que está realizando con el lema «La paz es posible» en Tierra Santa, Caritas manifiesta «solidaridad con todas las personas de buena voluntad que buscan la paz, que reconocen y apoyan públicamente los derechos básicos e inalienables de la comunidad palestina».
«Nuestra solidaridad es para con todos los musulmanes, judíos y cristianos, que se sacrifican y trabajan juntos en la construcción, restauración y cicatrización de las profundas heridas, que todavía marcan esa sociedad de Oriente Medio», afirma.
«Exhortamos a nuestros respectivos gobiernos para que perseveren en todos los caminos posibles para la paz, apoyando la «Hoja de Ruta para la paz en Oriente Medio», que fue iniciada y sostenida por los miembros del Cuarteto (la ONU, la UE, Estados Unidos y Rusia)», afirma el comunicado.
«Reconocemos los esfuerzos realizados por el Cuarteto, pero ofrecemos nuestra solidaridad mundial para ejercer presiones, con el fin de conseguir mayores logros prácticos por una paz justa y duradera para todos», afirma Caritas Internacional, cuya sede central se encuentra en Roma.
«Las resoluciones y acuerdos internacionales tienen una tramitación dolorosamente lenta y crónica», reconoce. Por eso, Caritas pide «a todos los interesados y partes responsables para que aprovechen todas las oportunidades, con el fin de demostrar al mundo que no es demasiado tarde».
«Sólo una firme voluntad política puede capitalizar las inversiones humanas y financieras, por la paz, que han realizado las organizaciones humanitarias, los programas de desarrollo, las iniciativas interreligiosas, y los grupos intelectuales y comunitarios, en favor de una vida mejor para los palestinos y los israelíes», asegura la federación de instituciones de ayuda católicas.
«La paz es posible, no es demasiado tarde. Todas las voces cuentan y hacen la diferencia», concluye.