El «matrimonio» homosexual del gobierno español, un «boomerang» contra las nuevas generaciones

Lamentan todos los episcopados de Europa

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ROMA, viernes, 7 octubre 2005 (ZENIT.org).- Lejos de ser un camino «progresista, laico y moderno», el «matrimonio» homosexual que, de mano del gobierno socialista, es ya una realidad en España, recaerá como un «boomerang» en las nuevas generaciones, alertan todos los episcopados de Europa.

La novedad legislativa española fue uno de los temas de actualidad que se tocó en la Asamblea Plenaria del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) –organismo que reúne a los 34 presidentes de aquéllas– y que figura entre los primeros puntos del Comunicado final difundido al término de la cita en Roma (29 septiembre-2 octubre).

Tal como recuerdan los participantes, ya en su mensaje con ocasión de la Asamblea –enviando a través del cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado del Vaticano– Benedicto XVI exhortó a los presidentes de las 34 Conferencias Episcopales de Europa «a no temer afrontar los actuales desafíos pastorales, poniéndose a la escucha del hombre en la concreción de sus condiciones de vida personal y social, dispuestos a anunciar a todos el Evangelio de la Esperanza».

«Estupor y tristeza han expresado los obispos de toda Europa ante la decisión del gobierno español de equiparar las uniones de personas del mismo sexo a la familia fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer», recoge el comunicado final de la Asamblea.

De acuerdo con los prelados, «no es un camino “progresista, laico y moderno”, sino un boomerang que recaerá con resultados graves sobre todo en las nuevas generaciones».

En el contexto del encuentro, las Conferencias Episcopales europeas expresaron su «solidaridad a los obispos de España en su compromiso por la salvaguarda de la familia y de los fundamentales valores humanos y cristianos».

Urge una nueva inculturación del cristianismo

Tras las huellas del Concilio Vaticano II –en su 40º aniversario–, los 34 presidentes de las Conferencias Episcopales de Europa buscaron identificar las líneas de fondo del servicio futuro para la evangelización.

Los miembros de la plenaria del CCEE expresaron un claro apoyo al proceso de la Tercera Asamblea Ecuménica Europea –cuyo proceso iniciará el próximo enero (Cf. Zenit, 7 febrero 2005)–, conscientes de que «Europa es un continente que tiene la posibilidad de crear un espacio donde las diferentes confesiones cristianas se pueden encontrar y donarse un testimonio recíproco» y de que el viejo continente «tiene necesidad de la unidad de los cristianos».

Identificaron igualmente como desafío «la secularización»: «en el este europeo, el fruto degenerado de este fenómeno ha sido el ateísmo de Estado», cuyas «consecuencias son aún graves», mientras que «en occidente la cultura marcada por el secularismo, en las últimas décadas, ha convulsionado también países con profunda tradición católica y misionera, como Bélgica, Países Bajos, Irlanda, Francia, España».

Ante esta situación los obispos europeos «perciben la urgencia de re-anuncio de la “buena noticia” y de una nueva inculturación del cristianismo».

Conscientes de que «el futuro depende del mundo depende de la educación», recalcaron como ámbitos de la evangelización y de la pastoral la catequesis, la escuela y la universidad.

«La catequesis y la formación en la escuela y en la universidad son las vías privilegiadas y eficaces de educación a la vida y a la fe no sólo de las nuevas generaciones, sino también de los propios adultos, que siempre tienen necesidad de autoformarse a una vida de fe y de compromiso moral y civil coherente con los valores que quieren transmitir a los jóvenes», reflexionaron.

De ahí, entre otros puntos, que el CCEE esté llamado «a intensificar la red europea entre las universidades, los profesores y los estudiantes».

También hubo reflexiones sobre los medios de comunicación social, las migraciones, las vocaciones o la reciente Jornada Mundial de la Juventud (Colonia), la gran cita con el Papa que registró cifras de 1 millón de jóvenes de más de 180 países, 750 obispos, 10 mil sacerdotes y 240 lugares de catequesis en 34 idiomas: «nunca en Alemania se ha hablado tanto de la Iglesia católica, del Papa, del cristianismo», constataron los obispos de Europa.

La ciudad rusa de San Petersburgo será la sede de la próxima Asamblea Plenaria del CCEE del 5 al 8 de octubre de 2006.

El texto íntegro del comunicado del CCEE está disponible en su web: www.ccee.ch

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ZENIT Staff

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