La «maison-musée» se encuentra a unos quinientos metros del chalet de piedra y madera en el que se aloja en estos días.
Las salas del museo, inaugurado en 1996, recogen objetos personales del Papa Karol Wojtyla, así como numerosas fotografías, en las que se le puede ver caminando con botas de montaña, o con una gorra de alpinista.
Antes de regresar a casa, el Santo Padre se detuvo en una pequeña ermita cercana, donde rezó unos minutos.