Concluye el Encuentro Internacional Hombres y Religiones de Barcelona

Balance realizado por el fundador de la Comunidad de San Egidio

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BARCELONA, 4 septiembre 2001 (ZENIT.org).- Con la oración, la procesión, la lectura del Mensaje de Juan Pablo II y la proclamación del llamamiento de paz, se concluyó en la tarde de este martes la decimoquinta edición del Encuentro Internacional Hombres y Religiones.

Según Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de San Egidio, organizadora de estos encuentros que fueron inaugurados con la cumbre de líderes religiosos por la paz convocada por el Papa, en Asís (1986), la cita de Barcelona se cierra con dos resultados positivos.

«El diálogo continúa, un diálogo que debe convertirse arte cotidiano en un mundo marcado por conflictos, migraciones, aperturas al pluralismo», explicó en una rueda de prensa.

El otro éxito, según Riccardi, quien es profesor universitario de historia, es la presencia de África, que ha estado sumamente representada en Barcelona por líderes políticos y religiosos en el encuentro. El presidente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo, al inaugurar el encuentro pidió la próxima edición se celebre en Abidjan.

Esta invitación, según el fundador del movimiento católico, surgido en Roma, en 1968, plantea el desafío del diálogo en África.

En un momento en el que Europa ha abandonado sus políticas para este continente, el Encuentro de Barcelona constata que ahora es necesario volver a negociar la paz y el progreso en este país, desde un nivel de igualdad entre africanos y europeos. Aquí está, en buena parte, la tarea de las religiones, constató.

Pero en Barcelona se afrontó particularmente la trágica situación de Oriente Medio. Riccardi, en este sentido, lanzó dos hipótesis: una conferencia internacional que permita volver a dar un papel de protagonista al diálogo y una oración común entre cristianos, musulmanes y judíos por la paz en Tierra Santa.

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ZENIT Staff

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