Francia: El episcopado pide al gobierno que reconozca el papel de la Iglesia

Se iniciará la preparación de un documento sobre el tema

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LOURDES, 5 noviembre 2002 (ZENIT.org).- La Iglesia en Francia ha vuelto a pedir al gobierno el reconocimiento de la dimensión social que las religiones tienen en el país y en Europa, así como la contribución de la Iglesias a los interrogantes y problemas de la sociedad.

Así lo ha solicitado monseñor Jean-Pierre Ricard, arzobispo de Burdeos y presidente de la Conferencia Episcopal francesa, en la apertura de la Asamblea de los obispos de Francia que tiene lugar en Lourdes del 3 al 9 de noviembre.

Con vistas al centenario de la ley francesa sobre separación Iglesia-Estado de 1905, monseñor Ricard ha querido recalcar que las religiones no quieren «ser situadas en el dominio de las opiniones privadas», sino que tienen una «dimensión social que debe tomarse en consideración, un papel que desempeñar al lado de las demás familias de pensamiento, para dar su aportación a los interrogantes y problemas de nuestra sociedad».

El presidente del episcopado francés ha deseado también dejar claro al país que la Iglesia católica «no reclama privilegios ni poder», sino que sencillamente trata de ofrecer «su colaboración» poniéndose «al servicio de los hombres, de las mujeres, de los niños y de los jóvenes de nuestro tiempo».

«En efecto –añadió el arzobispo de Burdeos–, a través de sus instituciones y del trabajo de sus miembros, nuestra Iglesia no permanece pasiva. Está particularmente comprometida en la educación de los jóvenes, en el terreno social, sanitario y caritativo y en las áreas de la cultura, del arte y de la protección de lo creado».

Precisamente en virtud de este compromiso, la Iglesia –explicó monseñor Ricard– «desea participar en los debates de la sociedad, y cuando interviene en el caso de los inmigrantes clandestinos o sobre la seguridad vial, lo hace para tomar parte activa en la construcción de una verdadera vida común en Francia».

En este contexto, el presidente de la Conferencia Episcopal francesa ha anunciado que, ante el centenario de la ley de 1905, la Iglesia comenzará este año a trabajar en un documento titulado «El lugar de la Iglesia católica en la sociedad francesa: nuestra experiencia de obispos».

Refiriéndose a Europa, monseñor Ricard expresó su deseo de que «lo que se está proyectando hoy en Francia pueda tener repercusiones positivas también en la construcción europea y, en especial, en la futura Constitución. Es deseable que Europa no sólo no desconozca su patrimonio espiritual, religioso y humanista, sino que acoja positivamente la contribución actual de las Iglesias y comunidades religiosas».

En la apertura de la Asamblea de los obispos de Francia, monseñor Ricard prestó igualmente atención a la Iglesia que sufre en el mundo refiriéndose a la «situación dramática» que viven las comunidades cristianas en el sur de Sudán, además de recordar a los israelíes y palestinos de Tierra Santa.

«Hacemos un llamamiento –dijo– para que todos los agentes de paz se comprometan con valor para iniciar un diálogo constructivo que haga callar definitivamente las armas a fin de restablecer la seguridad, la dignidad y la justicia».

Finalmente, monseñor Ricard aludió al pueblo iraquí, que «sufre ya el peso del embargo» para «que no tenga que soportar la devastación y las consecuencias de una nueva guerra».

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ZENIT Staff

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