BOSTON, 22 julio 2003 (ZENIT.org).- La Oficina del Fiscal General de Massachussetts, Tom Reilly, ha confirmado que la investigación de más de un año que viene realizando no incriminará a los oficiales de la archidiócesis de Boston.
El informe del fiscal Reilly, basado en parte en una investigación realizada por el gran jurado del Estado, no incriminará a los representantes de la archidiócesis por encubrimiento de sacerdotes acusados de abusos sexuales, pero sugerirá cambios para prevenir casos de este tipo, según reveló el canal WBZ-TV de Boston el domingo pasado.
La Fiscalía confirmó el lunes esta información y explicó que más tarde ofrecerá más detalles. Reilly debería publicar esta semana un informe en el que proporcione orientaciones a la Iglesia sobre la manera en que puede garantizar la seguridad de los menores.
El portavoz de la arquidiócesis, el padre Christopher J. Coiné, ha declarado que no puede hacer declaraciones hasta que se publique el informe.
El cardenal Bernard Law dimitió en diciembre como arzobispo de Boston –2,1 millones de católicos–. El arzobispo Sean Patrick O’Malley, religioso capuchino, su sucesor, tomará posesión de la sede arzobispal de Boston el 30 de julio. Hasta ahora era obispo de Palm Beach, Florida. En su primer día de gobierno pastoral el prelado ha previsto un encuentro con personas que han sufrido abusos de sacerdotes.
«Obviamente es un importante gesto para mostrar que comprendemos la gran dimensión de los problemas y que queremos ser capaces de comenzar a contactar y escuchar la valoración de las víctimas y su situación actual», ha declarado monseñor O’Malley en un entrevista concedida a «The Pilot», semanario de la archidiócesis.
