Refranes para preservar las raíces cristianas de Europa

Entrevista con las biblista Núria Calduch-Benages

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ROMA, 30 septiembre 2003 (ZENIT.org).- «Más vale maña que fuerza», «Tirar la primera piedra» o «El beso de Judas» son expresiones que forman parte de nuestro vocabulario común y que tienen un origen bíblico a veces desconocido.

La biblista Núria Calduch-Benages, profesora en la Universidad Pontificia Gregoriana, ha reunido más de 600 refranes, dichos y expresiones de origen bíblico en un libro, «Otro gallo le cantará», editado en España por la casa Desclée de Brouwer (http://www.edesclee.com).

Cada refrán tiene una pequeña explicación, en clave divulgativa, para entender su origen y su uso.

Según esta profesora catalana de Sagrada Escritura (Antiguo Testamento) en Roma, el libro se inscribe en el contexto de la nueva evangelización y quiere ser una aportación para preservar las raíces cristianas de Europa.

Al realizar la investigación, esta religiosa de Nazaret ha encontrado muchas expresiones que también existen en otras lenguas, especialmente románicas. Anima a los lectores y lectoras a indicarle nuevas expresiones que no estén ya ilustradas en el libro. Su e-mail es: ncalduch@pcn.net

–¿Cuál es el refrán con origen bíblico más popular en castellano?

–Calduch-Benages: Se hace difícil decirlo con precisión. Lo que sí puedo decir es que sobresalen con gran diferencia las expresiones bíblicas referidas a la pasión de Jesucristo, en especial al prendimiento, las burlas e humillaciones, el episodio con Poncio Pilato –lavarse las manos–, el Vía Crucis, el calvario y la muerte.

–Aparte de la pasión de Jesucristo, ¿qué citaciones de Jesús forman parte de nuestro vocabulario de manera más recurrente?

–Calduch-Benages: Las referidas a sus enseñanzas concretas, especialmente las que están enunciadas como máximas: «Los últimos serán los primeros»… Las figuras del Nuevo Testamento más citadas son Judas (traición), Tomás (incredulidad), María Magdalena (desconsuelo) y Poncio Pilato (cobardía).

–¿Y el Antiguo Testamento enriquece todavía nuestro lenguaje?

–Calduch-Benages: Ciertamente! Destacan el rey Salomón (sabio), Adán (primer hombre), Caín (malo) y Sansón (héroe). También hay expresiones que se toman de los Libros sapienciales, y que reflejan una sabiduría popular, muchas veces de carácter intercultural.

–¿Sin la Biblia no entendemos nuestra cultura?

–Calduch-Benages: Al menos en Europa, la mayoría de los fenómenos culturales están ligados al mensaje bíblico. Las raíces cristianas de Europa se traducen en manifestaciones artísticas, en la música, el arte, la pintura, la literatura, en la lengua. El conocimiento de la Biblia es esencial para interpretarlas. La Biblia ha marcado tan profundamente la cultura occidental que ésta no se puede entender sin conocer los textos bíblicos.

–Usted propone su libro en el marco de la «nueva evangelización». ¿A través de la cultura bíblica se empieza a evangelizar?

–Calduch-Benages: Evidentemente la cultura bíblica no es sinónimo de Palabra de Dios, pero es un medio muy útil para darla a conocer, para recuperarla en algunos casos y para despertar la sed de Dios en las personas que lo buscan, a veces sin ser conscientes de ello.

–¿Así también a través de los refranes se mantienen las raíces cristianas de Europa?

–Calduch-Benages: La mía quiere ser una pequeña aportación que responde al deseo profundo de intentar que no se pierdan nuestras raíces cristianas, que no se evaporen nuestros símbolos, que nuestro inmenso bagaje religioso y cultural que la tradición ha plasmado en nuestras lenguas no se olvide ni caiga en desuso. Es por esto que pido la colaboración de los lectores y lectoras, así como agradezco las aportaciones de mi familia y de mis hermanas de congregación y de algunos amigos, que me han ayudado en mil maneras diferentes en la elaboración del libro.

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación