ROMA, 19 octubre 2001 (ZENIT.org).- La primera Facultad de Bioética del mundo fue inaugurada este jueves en Roma con una conferencia magistral dictada por el obispo Elio Sgreccia, vicepresidente de la Academia Pontificia para la Vida.
La nueva Facultad ha sido creada por el Ateneo «Regina Apostolorum», institución universitaria dirigida por los Legionarios de Cristo. Sgreccia, presidente del Consejo científico de la Facultad, respondió en su intervención a la pregunta fundamental que plantea esta iniciativa: «¿Por qué es necesaria la Bioética?».
Según el prelado, la Bioética no sólo afecta a cuestiones ligadas a las profesiones de la salud. «La justificación de la Bioética tiene que afrontarse sobre todo en el diálogo con las ciencias experimentales». En definitiva, la Bioética, constató, plantea una pregunta de fondo: ¿la ciencia puede regirse sin la ética?
Sgreccia respondió afirmando que «la ciencia debe ser respetada» y «la moral no debe amordazar ni encerrar a la ciencia. La ética debe intervenir allá donde sea necesario de manera correcta, en diálogo con la ciencia experimental, sin abusos ni confusiones».
Para explicar la necesidad que tiene la ciencia de un juicio ético, el vicepresidente de la Academia Pontificia para la Vida puso el ejemplo de la «experimentación con células madre (estaminales), que independientemente de que sean de embriones humanos o de ratones utiliza los mismos métodos».
«El laboratorio no distingue la diferencia que separa al hombre del ratón», añadió. «De este modo, la investigación experimental omite una parte importante de la realidad, disminuye el valor mismo de la realidad».
«Para evaluar completamente estos fenómenos es necesario, por tanto, una mirada más amplia –dijo–. Por este motivo, los estudiosos de la filosofía de la ciencia han llegado a la conclusión de que se necesita comprender la ética para llegar a resultados completos».
Esta constatación, concluyó, ha justificado el nacimiento de la Bioética como materia interdisciplinar de estudio.
La nueva Facultad ofrece el ciclo completo del curso de licencia con sus tres grados: bachillerato, licencia, doctorado. Tiene el objetivo de formar a profesionales en Bioética capaces de afrontar los difíciles problemas éticos que hoy día surgen en el campo de las ciencias biomédicas y biológicas.
Junto a monseñor Elio Sgreccia, en el Consejo Científico de la Facultad, aparecen los nombres de las más grandes personalidades del mundo académico y eclesiástico internacional, como el cardenal Dionigi Tettamanzi, arzobispo de Génova; Robert Spaeman de la Universidad de Munich; Edmund Pellegrino, profesor de Ética médica en el Center for Clinical Bioethics de la Georgetown University de Washington; Francesco D’Agostino, presidente honorario del Comité Italiano para la Bioética; y otros.
La Facultad de Bioética, que obtuvo el 21 de mayo de 2001 la aprobación oficial de la Santa Sede, ofrece múltiples salidas profesionales: por ejemplo, en los Comités de Bioética de clínicas, hospitales y centros de investigación biomédica y biológica; en las Universidades y Centros de educación media y superior; en las instituciones dedicadas a estudios sobre matrimonio y familia; en las organizaciones de servicio y ayuda; en las organizaciones e instituciones eclesiásticas.
La página web de la Facultad de Bioética puede consultarse en: http://www.upra.org/facbioit.htm
