ROMA, 13 febrero 2001 (ZENIT.org).- La preparación de la vista del Santo Padre a Ucrania, que pretende llevar su apoyo a los católicos que conservaron la fe en los años duros de la persecución, no deja de ser leída manera muy diferente por parte del Patriarcado ortodoxo ruso.
Como respuesta, el patriarca Alejo II está planeando un viaje a Crimea. La noticia, ha sido dada a conocer por el portavoz, pro-ruso, del Soviet Supremo de la región autónoma de Crimea, Leonid Grach, así como por el arzobispo Lazar de Simferopol y Crimea, dentro de la jurisdicción de la Iglesia ortodoxa de los ucranianos del Patriarcado de Moscú.
Según el arzobispo Lazar, el patriarca ortodoxo de todas las Rusias visitará Crimea el próximo mes de abril, y tiene previsto tomar parte en un simposio internacional de la Iglesia ortodoxa. Este viaje, según especialistas ortodoxos, podría leerse como una respuesta a la visita que realizará Juan Pablo II a Lvov y Kiev, que está prevista para el próximo mes de junio.
La Iglesia ortodoxa fiel al Patriarcado de Moscú es todavía la mayor de las iglesias ucranianas, aunque las autoridades, con el apoyo del patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé, están promoviendo la unificación de todas las confesiones cristianas presentes en Ucrania en una iglesia local unificada, haciendo que el patriarcado de Moscú pierda su autoridad en Ucrania. Su denominación no incluiría sólo a los ortodoxos sino que pretenderían que se sumaran los greco-católicos.
Ante la visita del Papa y la rebelión de las otras Iglesias ortodoxas contra Moscú, el viaje de Crimea de Alejo II pretende recordar que Ucrania es espiritualmente tierra ortodoxa rusa.