RIMINI, 19 feb 2001 (ZENIT.org).- El padre Oreste Benzi, conocido en toda
Italia por su lucha contra las mafias de la prostitución y la labor de rehabilitación de jóvenes «esclavas» del sexo que quieren integrarse en la sociedad, ha viajado a Bruselas y próximamente lo hará a Nigeria para denunciar que 50.000 jóvenes de esta nacionalidad son explotadas sexualmente en las calles y burdeles de media Europa.

El sacerdote, presidente de la asociación Juan XXIII de Rimini, viaja invitado por el gobierno de Nigeria, en cuya capital, Abuja, tendrá una ponencia en la conferencia internacional sobre prostitución que se celebra en aquél país.

«Voy --ha declarado el padre Oreste Benzi-- con el apoyo de la Comisión Europea y de su presidente, Romano Prodi, con el que me entrevisté el viernes pasado, para gritar a los gobernantes de Nigeria que 50.000 compatriotas suyas viven hoy como esclavas en Europa y 15.000 de ellas en Italia».

El sacerdote ilustrará a los participantes en la conferencia internacional sobre la prostitución la situación en que se encuentran estas jóvenes, a veces casi niñas, que son atraídas con el engaño (perspectivas de trabajo y éxito) en sus ciudades o aldeas y luego esclavizadas por mafias de delincuentes internacionales que las transportan a Europa para explotarlas sexualmente.

La iniciativa se debe en buena parte al embajador de Nigeria en Italia, que se ha trasladado en varias ocasiones con el padre Benzi a varias ciudades italianas para ver la situación de sus compatriotas en las calles. Además, en la embajada nigeriana, el padre Benzi ya ha mantenido en el pasado una entrevista con la esposa del presidente de aquél país, Olusegun Obasanjo, en la que le informó de la situación.

El padre Oreste Benzi hablará también con el «embajador del Papa» en Nigeria, el nuncio apostólico, y lleva en el equipaje un plan concreto que proponer al Gobierno del país africano.

«En primer lugar --anuncia-- pediré controles más severos de los pasaportes con los que viajan estas chicas». El sacerdote se pregunta por qué casi todos son falsos, quién los proporciona y donde van a parar los fondos producidos por esta corrupción.

En segundo lugar, añade, «pediré a los ministros del Interior y de Exteriores, que estarán sentados en primera fila, que adviertan a todas las embajadas para que controlen el trabajo real que estas mujeres engañadas dicen que van a realizar».

Además, a través de encuentros con obispos y misioneros, tratará de sentar las bases para fundar algunas casas de acogida. «Es un modo concreto --explica-- de ayudar a las chicas nigerianas liberadas de la prostitución a volver a su país. Si, en cambio, se las deja solas, o bien recaen en las redes de la prostitución o son asesinadas junto a su familia, especialmente si no han pagado el rescate para salir de la mafia de la prostitución».

En su viaje a Bruselas, el padre Benzi pidió a la Unión Europea que bloquee el mercado de la explotación sexual que traslada a un buen número de mujeres a través de una ruta procedente de China, Vietnam y diversos países de Europa del Este, utilizando como base de distribución Turquía.

Asimismo propuso medidas concretas: que los fondos de la Unión no se gasten sólo en el interior de los estados miembros a los que llegan las prostitutas, sino que se empleen en los países de origen «para detener el fenómeno allí donde nace y para facilitar el retorno a la patria».

En segundo lugar, sugirió organizar una conferencia europea sobre la prostitución y los medios para liberar a las «nuevas esclavas».

Y, en tercer lugar, pidió instituir una comisión que visite Italia y Suecia, los dos únicos países de la Unión Europea que tienen una legislación para combatir la prostitución.

Se calcula, según indica hoy el diario de los católicos italianos, «Avvenire», que hay hasta medio millón de prostitutas en los países de la UE, de las que 50.000, como ya se ha dicho, son de Nigeria; otras 35.000 proceden de Albania, y el resto, es en su mayoría de países africanos y del Este, especialmente de Rumanía y Moldavia (donde comprar a una prostituta cuesta 300 marcos). Después de las armas y las drogas, el tráfico de «esclavas del sexo» es el que más
beneficios ilegales produce.