ROMA, 25 feb 2001 (ZENIT.org).- Un vuelo humanitario con destino Bagdad, organizado por el padre Jean-Marie Benjamin, de la Fundación Beato Angélico de Asís, está bloqueado en un aeropuerto de Roma por las autoridades italianas, según denuncia «Radio Vaticano».
El motivo, explica el mismo sacerdote francés en declaraciones a la emisora vaticana, se debe a que los bombardeos de Inglaterra y Estados Unidos impiden otro tipo de vuelos que podrían llevar ayuda a la población de Irak.
El padre Benjamin ya había hecho una operación de este tipo, el año pasado, aterrizando a Bagdad en un bimotor. El martes pretendía emprender de nuevo una misión pastoral y humanitaria, pero un día antes el avión fue bloqueado, pues Chipre exigía una autorización especial para sobrevolar su espacio aéreo, a causa de los bombardeos que tienen lugar sobre Irak.
Las autoridades italianas, según ha revelado «Radio Vaticano», recibieron la orden de Nueva York de impedir que el avión con 90 toneladas de medicinas y material sanitario pudiera salir hacia Irak.
Para explicar la situación, el padre Benjamin recuerda el informe de UNICEF, según el cual, en Irak muere un niño cada ocho minutos. Conoce muy bien la situación, pues ha atravesado de norte a sur el país catorce veces. Con sus propios ojos ha podido constatar la falta de transporte que impide la llegada de medicamentos a los hospitales, que en el sur con frecuencia no tienen electricidad ni agua potable (un lujo del que sólo puede disfrutar el 30 por ciento de la población).
El sacerdote considera que los bombardeos actuales son contraproducentes, pues están colaborando a hacer de Saddam Hussein «un héroe» en el mundo árabe y de Irak «un pueblo mártir».
El sacerdote ha documentado con fotos y documentos el «desastre» provocado por el uranio empobrecido en diferentes partes del país, a causa de los bombardeos.
«Nosotros tratamos de llevar a las mujeres y a los niños toneladas de medicinas, y estamos bloqueados aquí, en el aeropuerto de Roma, y en los próximos ocho minutos morirá otro niño en Irak, de hambre o por una enfermedad», concluye.