NUEVA YORK, 2 septiembre 2001 (ZENIT.org).- Delegados de países latinoamericanos en las reuniones de preparación para la sesión especial de la Asamblea General de la ONU sobre la Infancia han apoyado medidas destinadas a impulsar el aborto, a pesar de que esta propuesta va contra la Constitución de muchas de estas naciones.
El pasado 31 de agosto, según informa el Catholic Family & Human Rights Institute (C-FAM) quedaron truncadas las negociaciones que tenían lugar en la sede de las Naciones Unidas para consensuar el documento final que servirá de base a la Asamblea, que se celebrará del 19 al 21 septiembre, después de que los países latinoamericanos insistieran en que el documento final debe incluir la promoción del aborto.
En particular, los países latinoamericanos, que en la Asamblea se presentan unidos en el bloque llamado Grupo Río, pidieron que el documento mencione la necesidad de promover «servicios de salud reproductiva», apelativo utilizado en estos foros para referirse al aborto.
Esta interpretación había sido confirmada en junio pasado, cuando en un encuentro preparatorio de esta Cumbre un diplomático de Canadá confirmó que «servicios de salud reproductiva» comprendían el acceso al aborto.
«Por supuesto que lo incluye», dijo en respuesa a consulta de las delegacioens, «aunque aborrezco usar es apalabra; pero incluyen el aborto».
Para desbloquear la situación, la delegación de Estados Unidos propuso hacer una aclaración en el documento de la próxima Asamblea sobre la infancia: si es cierto que los «servicios de salud reproductiva» no incluyen el aborto, es necesario que esto quede consignado claramente en el documento. Los países de Hispanoamérica también rechazaron esta propuesta.
La postura de los países de latinoamericanos marca un inquietante cambio en sus políticas, pues sus diplomáticos representan a países cuyas legislaciones defienden el derecho a la vida. En particular, Argentina, Chile y Brasil, en contradicción de sus Constituciones.