Agentes de seguridad talibán dijeron haber cerrado las oficinas de «International Assistance Mission» (IAM) y de «Serve» por orden del Ministerio de Asuntos Exteriores.
«No queda nadie allí y no tenemos derecho de dejar volver a ningún extranjero. Todos los extranjeros se han ido esta mañana cuando cerramos sus oficinas», dijo un guardia talibán.
Veinticuatro miembros de SNI, entre ellos ocho extranjeros, fueron detenidos a principios de agosto, acusados de proselitismo. Según la interpretación rigurosa del Islam adoptada por los talibán, el proselitismo es castigable con la pena de muerte. Representantes talibán han declarado que corresponderá a su líder, el mullah Mohammed Omar, decidir la sanción.
IAM está presente en Afganistán desde 1965 y la mayor parte de sus empleados extranjeros vinieron con su familia. La ONG mantenía proyectos sanitarios y médicos. Las puertas de los locales de las dos asociaciones han sido clausuradas con el sello del Ministerio de Asuntos Exteriores, sin que se sepa el paradero del personal. Los responsables talibán indicaron en privado no haber realizado ningún arresto y haber dado tres días a los extranjeros para abandonar el país.
Las dos organizaciones estaban financiadas por Iglesias o comunidades cristianas. Los talibán indicaron haber comprobado la existencia de cooperación entre ellas y SNI.