El máximo líder espiritual y nacional tibetano, que reside en India, pensaba pasar por Moscú para ir a Mongolia, por ser la ruta más corta, declaró su portavoz en Moscú.

El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso no dio ninguna explicación, aunque la decisión parece debida al deseo de Moscú de mantener buenas relaciones con China, cuyas autoridades son extremadamente sensibles a todo lo relacionado con los nacionalismos tibetano y uigur.

Moscú también canceló en agosto una visita del Dalai Lama a tres repúblicas de Rusia, Buriatia (junto al lago Baikal), Kalmukia (en la desembocadura del Volga) y Tuva (fronteriza con Mongolia), todas ellas con fuerte tradición budista.