CIUDAD DEL VATICANO, 26 septiembre 2001 (ZENIT.org).- La Santa Sede considera que los transplantes de animales al hombre, una de las grandes promesas actuales de la medicina, es una práctica moralmente aceptable, si se respetan ciertas condiciones fundamentales.
Por encargo de la Secretaría de Estado del Vaticano y respondiendo a un petición del Consejo de Europa sobre el carácter ético de este tipo de transplantes (conocidos técnicamente como xenotransplantes), la Academia Pontificia para la Vida presentó este miércoles a la prensa su respuesta a la que ha dedicado un articulado documento.
El texto, que lleva por título «La perspectiva de los xenotransplantes: aspectos científicos y consideraciones éticas», está editado por el momento en italiano.
El obispo Elio Sgreccia, vicepresidente de la Academia Pontificia para la Vida, aclaró que, una vez garantizadas ciertas condiciones muy estrictas (experimentación con animales en un primer momento y en un segundo momento con personas que tengan desesperada necesidad; atención médica adecuada; etc.), se podrán adoptar éticamente los xenotransplantes como «terapia quirúrgica definitiva».
El prelado explicó que «las modernas técnicas de transplantes podrían salvar la vida de millones de personas humanas si hubiera órganos disponibles para ser transplantados».
Ahora bien, constató, «a pesar de los llamamientos a la donación, que desde diferentes partes se dirigen, y que han provocado un incremento en el número de donantes, se registra una carencia constante de órganos humanos para ser transplantados a enfermos»
«Por este motivo --añadió el obispo al intervenir en la Sala de Prensa de la Santa Sede--, la comunidad científica está sumamente comprometida en la perspectiva del xenotransplante, es decir, en la posibilidad de transplantar órganos, tejidos o células de animales al hombre».
Monseñor Sgreccia precisó que el documento «ha sido preparado por un grupo de trabajo internacional, guiado por la Academia Pontificia para la Vida, con la presencia de especialistas de fama clara, de experiencia comprobada y de competencia».
«El texto --concluyó-- quiere ser una respuesta y una contribución a las futuras decisiones en materia de xenotransplantes».
En la rueda de prensa en el Vaticano, intervinieron también el profesor Emanuele Cozzi, del Departamento de Cirugía, Universidad de Cambridge, y la profesora Marialuisa Lavitrano, coordinadora del «Proyecto Xenotransplante» en Italia para ilustrar el estado actual de la investigación en estos momentos.
En particular subrayaron las grandes esperanzas que ofrecen hoy las pruebas preclínicas y la utilización de cerdos transgénicos.
Por su parte, el teólogo Maurizio P. Faggioni O.F.M, profesor de Bioética en la Academia Alfonsiana de Roma, ilustró la relación que ofrece la Biblia entre el hombre y el animal. Desde esa perspectiva, aclaró, «el recurso a los animales como fuente de órganos no es más que un episodio del uso que el hombre puede hacer de los animales».
Ahora carácter ético de estos transplantes, añadió, dependerá de «la evaluación de los bienes que se pueden conseguir para el hombre o la mujer y del respeto de algunas condiciones, como evitar a los animales sufrimientos innecesarios y la necesidad de observar la máxima cautela a la hora de introducir modificaciones genéticas no controlables que puedan alterar de manera significativa la biodiversidad y el equilibrio de las especies en el mundo animal».
El documento original italiano de la Academia Pontificia sobre los xenotransplantes puede consultarse en la el sitio Internet de la Santa Sede, en la sección de la Academia Pontificia para la Vida [ http://www.vatican.va ].
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Sep 26, 2001 00:00